Su partido de centroderecha Nueva Democracia obtuvo 158 de los 300 escaños del Parlamento en la repetición electoral del domingo, muy por delante de los 48 del izquierdista Syriza, que dirigió Grecia de 2015 a 2019, en el punto álgido de la crisis económica. «Me he comprometido a que en esta segunda legislatura realizaremos los grandes cambios que tanto necesita el país», dijo Mitsotakis a la presidenta Katerina Sakellaropoulou tras recibir el mandato oficial para formar gobierno.
Mitsotakis, de 55 años, exbanquero y descendiente de una poderosa familia política, accedió al cargo de primer ministro en 2019, hasta que dimitió en favor de un gobernante interino tras una votación no concluyente el 21 de mayo.
Ha prometido seguir adelante con las reformas para reconstruir la calificación crediticia tras la crisis de la deuda, impulsar los ingresos de la vital industria turística y aumentar los salarios hasta acercarlos a la media de la Unión Europea. Mitsotakis pronosticó que Grecia «registrará una de las mayores reducciones de deuda del mundo», con un descenso de la carga de la deuda pública hasta menos del 150% del PIB en 2025, desde el 171,3% de finales de 2022.
La votación del domingo supuso una dura derrota para el partido Syriza de Alexis Tsipras, que perdió más de 30 legisladores. «Dominio absoluto de Mitsotakis, sin oponente», escribió en portada el diario griego Ta Nea. En la votación, tres partidos de extrema derecha y nacionalistas, entre ellos los «espartanos», entraron en el Parlamento con un total de 34 escaños.
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