La líder del Sinn Féin Michelle en la cámara de la Asamblea, en Belfast. | Reuters - MARK MARLOW

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La Asamblea de Irlanda del Norte refrendó este sábado la formación de un Gobierno de poder compartido, en el que el puesto de ministro principal estará ocupado, por primera vez en la historia, por una figura nacionalista, la líder del proirlandés Sinn Féin, Michelle O'Neill. Otra mujer, la diputada del probritánico Partido Democrático Unionista (DUP) -segunda fuerza-, Emma Little-Pengelly, asume el cargo de viceministra principal.

La nueva ministra principal norirlandesa, Michelle O'Neill, representa la regeneración del nacionalista Sinn Féin, formación que poco a poco deja atrás un pasado vinculado al IRA y aspira a afianzarse como la principal fuerza política de la provincia británica, sin renunciar nunca al objetivo de la reunificación de Irlanda. Siete años después de tomar las riendas del partido, O'Neill ha logrado completar parte de la hoja de ruta diseñada por sus antecesores, los históricos Gerry Adams y Martin McGuinness, mucho antes del fin del pasado conflicto en 1998.

Con el Ejército Republicano Irlandés (IRA) ya inactivo, pero muy presente aún en el imaginario colectivo tras causar más de 3.000 muertos en casi tres décadas, la líder nacionalista, de 47 años, es la primera política no unionista que dirige la región en sus cien años de historia como provincia británica. De su mano, el Sinn Féin ganó las elecciones autonómicas de mayo de 2022 en un momento delicado para la provincia, con el Brexit como gran amenaza para la convivencia de republicanos y unionistas en el siempre frágil Gobierno de poder compartido.

Lo hizo con un discurso atractivo para sus bases y moderado para muchos norirlandeses que no consideran que la reunificación de la isla sea ahora una prioridad, en sintonía también con una nueva generación que ha crecido con el proceso de paz. A O'Neill, madre soltera a los 16 años, sus compañeros la describen como una política tenaz y pragmática, preocupada en hacer hincapié en los problemas actuales, como el coste de la vida o la sanidad, pero sin olvidar asuntos importantes para la comunidad nacionalista-católica, como la defensa de la lengua gaélica y de otras señas de identidad irlandesas.

En su agenda de cara al futuro sigue apareciendo el fantasma de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), toda vez que está por ver si el pacto firmado por el probritánico Partido Democrático Unionista (DUP) con Londres para restaurar el Gobierno apacigua los temores del unionismo y da estabilidad a la política regional. Esta cuestión tiene, sin embargo, dos caras para los nacionalistas, pues ven el Brexit -rechazado por la mayoría del electorado norirlandés en el referéndum de 2016- como una oportunidad para impulsar su histórico objetivo de reunificar la isla de Irlanda a través ahora de la vía democrática.

El expresidente del Sinn Féin, Gerry Adams, ha asegurado que O'Neill pertenece a la nueva generación que guiará al partido hacia sus metas en los próximos años, cuyo éxito depende de su capacidad para atraer el voto de los norirlandeses que todavía recelan de un pasado paramilitar. En este sentido, la nueva ministra principal representa a un movimiento republicano de cara más amable, en el que ha emergido una camada de dirigentes que no han estado directamente vinculados al IRA, como era el caso de Adams o McGuinness, fallecido en 2017.

Aunque su padre, Brendan Doris, estuvo preso por pertenecer al IRA y su tío Paul Doris presidió una organización que recaudaba fondos para la causa, Michelle se implicó en la vía política y el proceso de paz a los 21 años. Nacida en la pequeña localidad de Clonoe, en el condado fronterizo de Tyrone, abandonó sus estudios de técnico contable para unirse al partido en 1998, el año de la firma del acuerdo del Viernes Santo, el texto que puso fin al pasado conflicto armado. Entre 2005 y 2011 ocupó el asiento que dejó vacante su padre en el consejo del condado de Dungannon y Tyrone Sur y en 2010 se convirtió en la primera mujer que dirigía ese órgano de gobierno local.

Para entonces, ya había logrado también un escaño en la Asamblea autónoma en las elecciones regionales de 2007 y en 2011 asumió la cartera de Agricultura y Desarrollo Rural en el Gobierno de Belfast. Tras los comicios autonómicos de 2016, pasó a controlar durante un año el Ministerio de Sanidad, desde el que trató de impulsar un ambicioso plan de modernización que se chocó, no obstante, con las tesis neoliberales del DUP. En 2018 accedió al puesto de vicepresidenta del Sinn Féin, como «número dos» de su presidenta, Mary Lou McDonald -radicada en la República de Irlanda-, y entre 2020 y 2022 fue viceministra principal norirlandesa de manera intermitente por las suspensiones que ha sufrido el Gobierno de poder compartido.