Tras las acusaciones israelíes sobre una presunta implicación de trabajadores de la UNRWA en los atentados de Hamás del pasado 7 de octubre, más de una decena de países -entre ellos Alemania, Francia o EEUU- han decidido suspender sus donaciones a la Agencia de la ONU para la población refugiada de Palestina (UNRWA).
La retirada de financiación podría obligar a la agencia a suspender sus actividades a finales de este mismo mes de febrero, en medio de una crisis humanitaria sin precedentes en la franja de Gaza. La noticia ha colocado a la agencia en el punto de mira pero, ¿qué es la UNRWA?
¿Qué es la UNRWA?
UNRWA son la siglas en inglés de United Nations Relief and Works Agency for Palestine Refugees in the Near East (Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo) y, desde hace más de 70 años, atiende a la población refugiada palestina que vive acogida en Siria, Líbano, Jordania y los propios territorios Palestinos ocupados (Cisjordania, Jerusalén Este y la Franja de Gaza).
Su origen se remonta al año 1949 y es la más longeva de las agencias concebidas como «temporales» del sistema de Naciones Unidas, y también la única dedicada específicamente a ayudar a los refugiados de una región o conflicto específico.
El por qué de la UNRWA
La creación del estado de Israel en el antiguo Mandato Británico de Palestina en 1948 provocó una primera guerra árabe-israelí que trajo consigo el éxodo de alrededor de 750.000 palestinos y palestinas - en árabe «la catástrofe» o «la Nakba»- que huyeron de la zona controlada por Israel -prácticamente el 80% de la Palestina histórica- y se vieron desplazados dentro de su propio territorio y hacia los países vecinos.
Para dar asistencia habitacional, sanitaria, educativa y social a estos palestinos desplazados, repartidos en campos de refugiados de la región, la ONU creó en 1949 la UNRWA, que inició sus actividades en 1950.
En un principio estaba prevista como organización temporal, pero la falta de una solución estable y definitiva para el conflicto palestino-israelí ha llevado a la Asamblea General de Naciones Unidas a renovar periódicomente el mandato de la Agencia, que ha continuado desarrollando su actividad humanitaria de forma ininterrumpida durante los últimos 74 años.
La actividad humanitaria de la UNRWA
Durante las últimas siete décadas, UNRWA ha sido la encargada de garantizar la protección y el acceso a la educación, la sanidad, la ayuda humanitaria y los servicios sociales a los refugiados y refugiadas de Palestina, entendiendo como refugiada toda aquella persona «cuyo lugar de residencia habitual, entre junio de 1946 y mayo de 1948, era la Palestina histórica –el actual estado de Israel– y que perdieron sus casas y medios de vida como consecuencia de la guerra».
Las personas descendientes de esta población son también consideradas refugiadas por la ONU por lo que la cifra de refugiados ha continuado creciendo a lo largo de estos 74 años, y hoy se trata de una comunidad de 6 millones de personas, que representa casi la cuarta parte parte de la población refugiada mundial.
La agencia, que presta sus servicios directamente a la población refugiada, cuenta en la actualidad con más de mil instalaciones, incluyendo escuelas y centros sanitarios, en las que están empleados más de 30.000 trabajadores, de los cuales un 99% tiene estatus de refugiado.
¿Dónde opera?
La Agencia gestiona en Oriente Próximo hasta 58 campos de refugiados que se ubican a su vez en cinco áreas: Cisjordania (16), Jerusalén Este (3), Gaza (8), Jordania (10), Siria (9) y Líbano (12).
Estos campamentos se han ido transformado a lo largo de los años de «ciudades de tiendas de campaña» a asentamientos urbanos hipermasificados de callejones estrechos y edificios de varios pisos, que se caracterizan por altas concentraciones de pobreza y el hacinamiento extremo.
¿Cuál es el papel de la UNRWA en Gaza?
UNRWA es la organización humanitaria más grande operando en la franja de Gaza, donde gestiona refugios de emergencia y proporciona educación, servicios sociales y asistencia alimentaria y sanitaria.
Ya antes de la guerra el 80% de la población de Gaza -2,2 millones de habitantes que no pueden ni entrar ni salir de la franja- dependía de la ayuda de la UNRWA para sobrevivir. En octubre del año pasado, la agencia contaba con hasta 13.000 empleados en sus centros de atención primaria, sus centros de formación, o sus más de 270 escuelas -según UNICEF, más del 44% de los habitantes de la franja de Gaza son menores de edad-, entre otras instalaciones.
Tras cuatro meses de bombardeos ininterrumpidos sobre la franja, la agencia de la ONU se ha convertido, en palabras Thomas White, director de la UNRWA en Gaza, en «la columna vertebral de las operaciones de ayuda humanitaria».
¿Cómo se financia?
La financiación de UNRWA procede casi en su totalidad -hasta en un 95%- de las donaciones voluntarias de los países miembro de la ONU -no está directamente financiada por Naciones Unidas, pero sí es su Junta de Auditores la responsable de supervisar sus cuentas- y sólo en un 5% de donaciones de ONGs, empresas privadas y particulares. La agencia es además, y ya lo era antes de esta última ofensiva israelí sobre Gaza, deficitaria.
Tanto es así, que la retirada de financiación por parte de una decena de países -algunos, sus mayores donantes- amenaza la continuidad de la agencia.
Son, entre otros, EE.UU., Reino Unido, Canadá, Australia, Alemania, Países Bajos, Italia, Francia, o Japón. No así la Unión Europea, ni tampoco España, que esta misma semana anunciaba la movilización urgente de una partida de 3,5 millones de euros para que pueda mantener sus actividades a corto plazo.
La agencia ya ha alertado de que podría verse obligada a suspender su actividad humanitaria a finales de este mismo mes de febrero, en medio de una crisis humanitaria sin precedentes en la franja de Gaza, si los países que han decidido suspender sus donaciones no revierten la decisión.
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