Imagen de una dotación militar del ejército de Israel. | Amir Cohen

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El general de brigada Avi Rosenfeld, tras 30 años de servicio en el Ejército israelí, anunció este domingo que dimitirá como comandante de la División de Gaza tras no haber podido «proteger las vidas» de quienes vivían cerca de la divisoria con Gaza y fueron masacrados el pasado 7 de octubre. «Durante varias largas horas no pudimos proteger a las comunidades (fronterizas de Gaza), a miles de residentes, a miles de participantes en el festival de música de Reim y a las fuerzas estacionadas en los puestos de avanzada», dijo hoy Rosenfeld en una carta en hebreo. «Siento dolor y estoy agobiado por el alto precio pagado cada día. El precio que pagaron los ciudadanos, los soldados y las fuerzas de seguridad, así como la pérdida de muchos amigos», afirmó Rosenfeld.

Se trata de la segunda dimisión inminente de relevancia, después de que el pasado 22 de abril el Jefe de la Dirección de Inteligencia de Israel, Aharon Haliva, solicitase poner fin a su cargo castrense, al considerarse responsable de la inacción militar en el ataque que murieron 1.200 personas. «En una decisión con el Jefe del Estado Mayor y con la aprobación del Ministro de Defensa, se decidió que el general Aharon Haliva terminará su cargo y se retirará de las Fuerzas de Defensa de Israel, una vez que su sucesor sea designado», anunció entonces un comunicado castrense.

Cada sábado, en protestas multitudinarias, miles de israelíes y familiares de los 120 rehenes piden al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que también asuma parte de su culpa, cese su cargo y convoque elecciones anticipadas, algo que no parece que vaya a suceder a no ser que se rompa la coalición de Gobierno.