Violencia en Congo. Fotografía de archivo. | Efe

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Un líder de la sociedad civil confirmó este martes a EFE que aumentó de 53 a 64 el número de personas muertas en un ataque cometido en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC) por las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), una milicia de vínculos difusos con el Estado Islámico (EI).

La matanza ocurrió en la noche del viernes pasado en la aldea de Masala, situada en el territorio de Beni, en la provincia de Kivu del Norte, donde los rebeldes incendiaron casi todas las casas de la localidad y se hallaron este lunes once nuevos cadáveres. «Se trata de una fosa común que el Ejército descubrió en el centro de Masala con la ayuda de la Cruz Roja y la policía técnica y científica. En total se sacaron once cadáveres que ya se estaban pudriendo por el tiempo transcurrido», declaró a EFE por teléfono Delphin Mupanda, portavoz de la sociedad civil de Beni.

«Estos son los cuerpos de las víctimas que fueron asesinadas por los rebeldes ugandeses durante su ataque en este pueblo», subrayó Mupanda, quien dijo desconocer quién enterró esos cadáveres. «De momento, el pueblo de Masala está completamente vacío. Sólo se ven efectivos del Ejército, de la Policía y trabajadores humanitarios. Las pocas personas que pudieron escapar de este ataque mortal se encuentran en la ciudad de Béni y en otros lugares», añadió.

En un comunicado, el Gobierno congoleño condenó este lunes esta matanza «inhumana» y cifró las víctimas mortales en 41, al destacar su «determinación para continuar sin descanso las operaciones para localizar a estos terroristas». La masacre ocurrió un día después de que las ADF mataran a trece personas en ataques contra dos aldeas en el territorio de Mamove, también en Beni. Las ADF son una milicia de origen ugandés, pero en la actualidad tienen sus bases en las provincias vecinas de Kivu del Norte e Ituri, donde cometen constantemente ataques y mantienen aterrorizada a la población.

Sus objetivos son difusos, más allá de una posible vinculación con el Estado Islámico, que en ocasiones se responsabiliza de sus acciones. Aunque los expertos del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no hallaron pruebas de un apoyo directo del EI a las ADF, Estados Unidos las identifica desde marzo de 2021 como «una organización terrorista» afiliada al grupo yihadista. Las autoridades ugandesas también acusan al grupo de organizar ataques dentro de su territorio y, en noviembre de 2021, los ejércitos de Uganda y la RDC empezaron una operación militar conjunta aún en curso para luchar contra estos rebeldes. Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por más de un centenar de grupos rebeldes y el Ejército, pese a la presencia de la misión de la ONU en el país (Monusco).