«Estamos en un momento histórico para nuestro país», afirmó Macron este miércoles en una conferencia de prensa tres días después de convocar de forma anticipada los comicios que se celebrarán en dos vueltas el 30 de junio y el 7 de julio en reacción a la severa derrota de su partido en las europeas del domingo frente a la extrema derecha. Macron se centró en atacar sobre todo las propuestas de la ultraderechista Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen, a quien el presidente del conservador LR, Éric Ciotti, ha propuesto una alianza. Pero también a la coalición de partidos de izquierda y ecologistas que incluyen a La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon.
Insistió en que se han formado «alianzas contranatura en los dos extremos que no están de acuerdo sobre nada (...) y que no están listas para aplicar ningún programa». Según su análisis, la victoria del RN en las europeas, en las que consiguió un 31,4 % de los sufragios, frente a sólo un 14,6 % su partido, Renacimiento, se explica por un voto de «enfado» que dijo haber entendido, y que se va a traducir en una serie de cambios en sus prioridades políticas, y sobre todo en una aceleración en su política de seguridad.
De hecho, destacó que el primer eje del programa que va a defender su mayoría es «la protección de nuestros valores republicanos» con «más autoridad», lo que se va a traducir en acciones para «reducir la inmigración ilegal». Igualmente un mayor control de los menores inmigrantes no acompañados, que reconoció que generan problemas de inseguridad en algunos lugares, «más firmeza con la violencia de los menores» y «responder al sentimiento de impunidad» con «penas más rápidas y más comprensibles». Insistió en que los principios del laicismo tienen que ser centrales de forma que «nunca una religión permita salirse de las reglas de la República», en una clara alusión al Islam. Para los problemas de integración de la población de origen inmigrante, dijo que la respuesta es «el universalismo republicano efectivo y exigente».
Para el presidente francés, el RN «no tiene una respuesta milagro» para la inseguridad, sino que se limita a ser «la encarnación del no». Otros de los ejes de la campaña de su bloque, en la que dijo que no tiene intención de seguir interviniendo una vez que ha fijado la línea y el método, son «la ambición ecológica y económica», «el progreso y la lucha contra las desigualdades», «vivir mejor en el día a día» o una política exterior centrada en su voluntad de seguir teniendo un papel central en Europa.
En el terreno económico, defendió la reforma de las pensiones que retrasa la edad de jubilación mínima a los 64 años, que sacó adelante el pasado año, y que es uno de los principales puntos de ataque de la oposición de izquierdas y de la extrema derecha, que han anunciado su intención de anularla. Preguntado sobre cómo revertir los resultados del domingo en las legislativas, dentro de sólo tres semanas, Macron reconoció que no hay «recetas milagro», pero que ha presentado «elementos de apertura» y que confía en que los franceses tomen conciencia de lo que está en juego: «En las elecciones legislativas, no basta con decir no. Hay que decir quién va a gobernar».
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