La primera ministra no oculta sus posiciones conservadoras y, de hecho, bajo su mandato se ha aprobado una reforma para que los grupos antiabortistas puedan acceder a las clínicas. El Gobierno italiano ha intentado restar importancia al supuesto desencuentro en el G7, retrotrayéndose a la declaración suscrita el año pasado en Hiroshima (Japón) y en la que se menciona que las mujeres deben tener «acceso al aborto» y a una atención posterior de manera «segura y legal».
La «polémica» es «engañosa» a juicio de Meloni, que ha intentado negar que pidiese un «paso atrás» en esta materia y ha llamado en cambio a no ser «innecesariamente repetitivos» en el comunicado final, habida cuenta de que puede haber cosas ya pactadas en cumbres previas. Meloni ha ido más allá pidiendo que no se haga «campaña» en este tipo de foros, en una alusión velada al presidente de Francia, Emmanuel Macron, que públicamente ha lamentado que el texto no incluya el término «aborto» y reconociese que su Gobierno y el de Italia tienen diferentes «sensibilidades».
«Francia ha integrado el derecho de las mujeres a abortar, la libertad de disponer de su propio cuerpo, en la Constitución», ha dicho el mandatario galo, que aspira a que este derecho quede también consagrado a nivel de la Unión Europea. El aborto está llamado a ser también uno de los grandes temas de la campaña electoral en Estados Unidos. De hecho, el presidente norteamericamo, Joe Biden, lanzó el jueves un nuevo alegato en favor de la «libertad reproductiva» tras un fallo del Tribunal Supremo que autoriza la distribución de una píldora abortiva.
Biden ha dejado fuera este tema de su reunión bilateral con Meloni, pero el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, ha negado que las discusiones en el seno del G7 puedan de alguna forma «cambiar» las posiciones de Washington. Asimismo, fuentes de la Casa Blanca han apuntado este viernes que las conclusiones finales se adoptan por «consenso» y se han retrotraído también al texto suscrito en Hiroshima.
4 comentarios
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Por cuestiones como esta, la actual sociedad occidental de raíz y tradición cristiana (hoy en día ya se ha renegado de todo ello) se encuentra en el mejor camino para su definitiva desaparición a manos de otras culturas y costumbres menos corrompidas y moralmente muchísimo más arraigadas en sus tradiciones, como son el mundo árabe musulmán o China. Hace falta tener una tara mental y moral muy seria para establecer, sin ningún matiz, que el aborto, es decir, el asesinato de un indefenso ser humano no nato, pueda ser considerado ni remotamente como un DERECHO, cargándose de cuajo el primero y más elemental de los derechos recogidos en la Declaración de los Derechos Humanos: el DERECHO A LA VIDA.
El aborto no es un derecho. Matar al indefenso no puede ser un derecho. Podemos legalizarlo, como cualquier otra cosa. Incluso podemos llamarlo derecho para que las personas que lo practiquen se sientan mejor. Pero no lo es.
... soplan vientos nauseabundos desde las altas esferas en la comunidad europea, con la irrupción de los elefantes en la cacharrería que son los voxeros, las melonis, los eslavos ultras, los escandinavos neonazis y los lepenistas... y el leñador del cono sur haciendo de bufón... hace unos años casi lograron colar esa tontería de los orígenes cristianos de Europa en su Constitución... miedo da pensar lo que intentarán ahora estos fanáticos chupa cosas y mea cosas...
Avanti Giorgia!!!!!!!!!!!!!!