Turistas en el puerto de Capri. | Reuters - GIUSEPPE CATUOGNO

TW
2

La isla italiana de Capri (sur), una de las metas vacaciones más apreciadas cada verano en el Mediterráneo, ha limitado temporalmente la llegada de turistas este sábado debido a una «importante» avería en su red de suministro de agua. En un primer momento el alcalde, Paolo Falco, firmó una ordenanza que «prohíbe a cualquiera acceder al territorio de Capri, excepto a los residentes de la isla» y al personal sanitario, a las fuerzas del orden y a los trabajadores que transporten mercancías a la isla.

La decisión pilló por sorpresa a cientos de turistas que pretendían entrar a la isla desde el puerto de Nápoles para pasar el fin de semana, en medio de una intensa ola de calor, quedándose en tierra pese a tener sus reservas hechas. La situación también ha irritado a quienes viven del turismo en la isla y a los dueños de bares y restaurantes, según avanzan los medios locales.

Posteriormente se decidió permitir el desembarco en Capri de «los clientes de instalaciones hoteleras que cuenten con depósitos suficientes de agua para garantizar el alojamiento y que puedan demostrar su reserva» antes de comprar la entrada del ferry. Esta medida fue tomada debido a una «importante avería» en la red de tuberías que llevan el agua potable a la isla desde la localidad de Castellammare di Stabia, cerca de Nápoles (sur), en territorio peninsular italiano.

«La isla ha quedado sin recursos hídricos que puedan satisfacer las necesidades de la población residente», se lee en la ordenanza, y «la emergencia se vería aún más agravada con la llegada de los miles de turistas que cada día» desembarcan en el lugar. La orden municipal estará en vigor hasta que cese la «emergencia».

El delegado del Gobierno en Nápoles, Michele Di Bari, aseguró que el suministro de agua a la isla sería reanudado en las próximas horas. Entretanto el ayuntamiento informó a la población que a partir de las 15.00 horas locales (13:00 GMT) de este sábado se dispondrían en una plaza de la localidad una serie de camiones cisternas llevados por la gestora de la red hídrica, la empresa Gori. Cada familia residente podrá abastecerse de 25 litros de agua y las autoridades llamaron a los vecinos a «la colaboración y el sentido común» hasta que se soluciones esta situación.