Imagen de varios trabajadores al aire libre. | Pexels

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Florida implementó a partir de este lunes una ley que prohíbe que se pueda exigir a los empleadores pausas para los trabajadores expuestos al sol y a las altas temperaturas, en medio de los récords de calor en pleno verano. El gobernador Ron De Santis firmó en abril pasado la polémica iniciativa que afecta a millones de trabajadores en Florida, muchos de ellos trabajadores hispanos del campo y la construcción, que trabajan al aire libre y se ven expuestos a menudo al calor extremo y la humedad.

La medida prohíbe al estado o los gobiernos locales exigir a los empleadores que brinden a los trabajadores al aire libre protecciones básicas como sombra, agua accesible y pausas. También impide a los gobiernos locales inclinarse a favor de contratistas que brinden más protección a los trabajadores para otorgar licitaciones y contratos. La ley acabó además con los esfuerzos para que el condado de Miami-Dade, hogar de aproximadamente 300.000 trabajadores al aire libre, estableciera protecciones por exposición al calor.

Florida ocupa el tercer lugar entre los estados más calurosos de Estados Unidos y en mayo pasado registró récords de temperatura especialmente en la Bahía de Tampa para ese mes, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés) de Estados Unidos. La nueva ley también afecta de manera desproporcionada a los latinos ya que tienen tres veces más probabilidades de morir a causa de condiciones laborales relacionadas con el calor en comparación con los no latinos, según la Alianza Américas.

Por su parte, Oscar Londoño, codirector de WeCount! con sede en Florida, recordó que junio fue uno de los meses más calurosos en la historia de Florida, con temperaturas de tres dígitos. La ley hace que los trabajadores estén menos seguros en el trabajo y provocará enfermedades y muertes prevenibles, agregó. En Estados Unidos, se estima que el calor extremo es la causa de alrededor de 120.000 lesiones laborales cada año, y sin acción esa cifra podría aumentar a alrededor de 450.000 por año en 2050, advirtieron los grupos.