Área afectada por los bombardeos en la Franja de Gaza. | Reuters - Hatem Khaled

TW
0

El brazo armado del movimiento de la Yihad Islámica Palestina, las brigadas Al Quds, dijeron este miércoles que algunos rehenes israelíes han intentado suicidarse después de que se les empezó a tratar de la misma manera que Israel trataba a los prisioneros palestinos. «Algunos prisioneros enemigos han intentado suicidarse como resultado de la extrema frustración que sienten debido al abandono de su causa por parte de su Gobierno», dijo el portavoz de las Brigadas Al Quds, Abu Hamza, en un post en Telegram.

«Seguiremos tratando a los rehenes israelíes del mismo modo que Israel trata a nuestros prisioneros», añadió. El grupo militante palestino no especificó qué medidas había tomado contra los rehenes israelíes. Los esfuerzos de los mediadores árabes, respaldados por Estados Unidos, no han logrado hasta ahora concluir un alto el fuego en Gaza. Hamás afirma que cualquier acuerdo debe poner fin a la guerra y suponer la retirada total de Israel de Gaza, mientras que Israel afirma que sólo aceptará pausas temporales en los combates hasta que Hamás, que gobierna Gaza desde 2007, sea erradicada. Un posible acuerdo también consideraría la liberación de rehenes israelíes en Gaza a cambio de la excarcelación de palestinos de las prisiones israelíes.

Noticias relacionadas

En este contexto, el Ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha afirmado que las fuerzas israelíes estarán listas para tomar cualquier medida necesaria contra Hezbolá en el Líbano, aunque la preferencia es llegar a un acuerdo negociado. «Estamos golpeando muy duramente a Hezbolá todos los días y también alcanzaremos un estado de plena disposición para tomar cualquier acción necesaria en el Líbano, o para llegar a un acuerdo desde una posición de fuerza».

«Preferimos un acuerdo, pero si la realidad nos obliga, pelearemos», dijo Gallant en un comunicado emitido por su oficina. Este miércoles una persona ha muerto y otra resultó herida en un ataque con arma blanca en un centro comercial israelí en el que el agresor murió a tiros. La policía dijo que se trataba de un presunto ataque terrorista de un individuo originario de Nahaf, una ciudad israelí donde viven muchos miembros de la minoría árabe. Ningún grupo se atribuyó oficialmente la responsabilidad.