Los reportes sobre el terreno señalan que en las últimas horas el ejército israelí se ha ensañado con Ciudad de Gaza, la capital, con unos bombardeos que los residentes han calificado de los más intensos desde que comenzó el conflicto el pasado 7 de octubre. Además, cientos de camiones cargados de alimentos y agua están varados en la abrasadora carretera egipcia más al sur de Rafah. Algunos llevan ya casi dos meses, a la espera de permiso para entregar los tan necesarios suministros humanitarios a Gaza, devastada por la guerra y a su población refugiada y desplazada continuamente por la acción de las operaciones militares israelíes.
A unos 50 kilómetros de la frontera con Gaza, los camiones que transportan harina, agua y otras ayudas se alinean en una polvorienta carretera en ambas direcciones. Los conductores afirman que llevan varias semanas esperando bajo el abrasador calor del verano egipcio. La paralización está agravando la grave crisis humanitaria de Gaza tras nueve meses de guerra entre Israel y el grupo miliciano palestino. Las organizaciones humanitarias advierten del alto riesgo de hambruna en el territorio costero asediado. Los camioneros, estacionados en las afueras de la ciudad egipcia de al-Arish, en la península del Sinaí, afirman que no han podido entregar suministros humanitarios desde que Israel amplió su ofensiva en la frontera entre Gaza y Egipto el pasado mes de mayo.
Algunos alimentos han tenido que ser desechados. «Juro por Dios que, antes de este cargamento, vinimos aquí y estuvimos parados más de 50 días y, al final, nos devolvieron el cargamento porque había caducado», dijo el camionero Elsayed el-Nabawi. «Tuvimos que darnos la vuelta y devolverlo. Cargamos otro lote y aquí estamos parados de nuevo y sólo Dios sabe si este cargamento llegará antes de caducar o qué pasará con él». El ejército israelí comenzó su asalto a la ciudad meridional gazatí de Rafah en mayo. El paso fronterizo entre Gaza y Egipto, una línea vital con el mundo exterior para los gazatíes, que permite la entrega de ayuda y la evacuación de pacientes, está cerrado desde entonces.
Las conversaciones entre Egipto, Estados Unidos e Israel no han logrado reabrir Rafah, donde Egipto quiere que se restablezca la presencia palestina en el lado gazatí de la frontera. Las banderas israelíes ondean ahora sobre los edificios gazatíes destruidos a lo largo de la frontera con Egipto. La ayuda y los suministros comerciales han seguido entrando en Gaza a través de otros pasos fronterizos terrestres, mediante lanzamientos aéreos y por mar, pero los grupos de ayuda y los diplomáticos occidentales afirman que los suministros están muy por debajo de las necesidades de la población civil.
5 comentarios
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La exageradísima cifra de 38.000 muertos en Gaza, facilitada según la contabilidad sesgada de Hamás, es ya absolutamente falsa y digna de toda sospecha. Y ahora de repente aparecen unos enterados british, que al parecer editan una revista científica y que por tanto nada saben de conflictos bélicos ni de nada parecido, ni cuentan en absoluto con ninguna información fiable al respecto de la cifra real de fallecidos sobre el terreno, y van y por su cuenta la elevan nada menos que a 186.000. Bueno ¿y porqué no a 300.000?, o mejor ya directamente un millón, y así redondeamos. ¿Cuanto dinero y de quién habrá cobrado algún gerifalte sinvergüenza de esa revista, para sumirla desde hoy en el más absoluto desprestigio internacional, soltando semejante trola acerca de algo que, además, escapa totalmente de su ámbito natural, el cual se supone es la Ciencia?
No habrá Justicia, pará está Masacre.
Las cosas por su nombre, genocidio.
Un genocidio macabro en toda regla cometido por los intrusos sionistas. No visto desde la segunda guerra mundial avalado por EEUU y satélites . VERGONZOSO!!
Esto es precisamente lo que el lobby sionista ha estado tratando de ocultar al mundo. Los responsables y quienes los han apoyado serán llevados ante la justicia. Esto nunca será olvidado.