Imagen de archivo de efectivos del ejército israelí. | Reuters - ATEF SAFADI

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Los bombardeos israelíes efectuados la madrugada del domingo contra posiciones del grupo chií Hizbulá en el sur y el este del Líbano causaron un número indeterminado de heridos y daños materiales, en una acción realizada un día después de que Israel acusara a la formación de lanzar un cohete que mató a 12 personas en un campo de fútbol.

La Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN) dijo que aviones de combate de Israel bombardearon anoche las afueras de las localidades de Al Abasiya, Tyer Deba y Tora, todas ellas en el distrito de Tiro, en el sur del Líbano, sin provocar víctimas. Asimismo, apuntó que otro ataque aéreo tuvo como objetivo una vivienda en el municipio de Burj al Shamaly, ubicado en la misma zona, y donde «se registraron importantes daños materiales y heridos entre los vecinos», sin aportar más detalles. La ANN indicó que estos ataques también provocaron daños en «la infraestructura y las viviendas en el lugar atacado», y añadió que otro bombardeo contra la localidad sureña de Ter Harfa dejó «importantes daños en las propiedades y tierras de cultivo».

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Por otra parte, el medio oficial dijo que un dron israelí disparó dos misiles contra una vivienda en las afueras de la localidad de Tarea, en la zona oriental libanesa del Valle de la Bekaa, donde se produjeron tan solo daños materiales. El Ejército de Israel anunció que durante la noche bombardeó de forma simultánea siete zonas del interior y del sur del Líbano, unos ataques efectuados después de acusar a Hizbulá de matar a 12 personas -entre ellas al menos 11 niños y adolescentes- en un campo de fútbol de la ciudad drusa de Majdal Shams, en los Altos del Golán ocupados. Los ataques israelíes tuvieron como objetivo posiciones del grupo chií en la zonas de Sabrinha, Burj al Shamaly, la Bekaa, Kfar Kila, Rab al Taltkin, Khyam y Ter Harfa, de acuerdo con las Fuerzas de Defensa de Israel.

En una visita al campo de fútbol de Majdal Shams, el jefe del Estado Mayor israelí, Herzi Halevi, dijo que el Ejército está aumentando su preparación «para la próxima etapa en la lucha en el norte», en referencia a la escalada bélica que Israel y Hizbulá protagonizan desde el pasado 8 de octubre y que se concentra principalmente en la frontera común.

«Cuando sea necesario, actuaremos con firmeza. Nuestro deber es devolver a los habitantes del norte sanos y salvos a sus hogares, en Galilea y en los Altos del Golán. Es nuestro total compromiso», agregó. Israel defiende que el cohete que impactó en el campo de fútbol era un Falaq 1, de fabricación iraní y con 53 kilos de carga explosiva que se encuentra en el arsenal de Hizbulá, aunque el grupo armado respaldado por Irán desmintió ayer de forma categórica su vinculación con el ataque.