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El Gobierno nipón envió un mensaje de calma tras el desplome bursátil de este lunes en el mercado tokiota, donde el selectivo de referencia Nikkei anotó su segunda mayor caída de la historia, del 12,4 %, asegurando que la economía nacional muestra signos positivos.

El Ejecutivo está "vigilando con atención y mucho interés la caída de la Bolsa", dijo el ministro de Finanzas japonés, Shunichi Suzuki, horas después del batacazo, que según los analistas estuvo motivado por el agudo fortalecimiento del yen, que se movía hoy entre 141,68 y 146,63 unidades por dólar.

Esta notable apreciación se produce tras la decisión la semana pasada del Bando de Japón (BoJ) de acometer su segunda subida de tipos de interés de referencia en lo que va de año, hasta situarla en el 0,25 %, y los temores a una recesión en Estados Unidos, tras sus datos más recientes de empleo, mucho peores de lo esperado.

Esto ha desatado expectativas de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) acelere el ritmo de sus previstos recortes de tasas, lo que acortaría la distancia de las políticas monetarias de ambas potencias, una brecha que viene siendo, de hecho, el principal factor de la apreciación del yen frente al dólar en años recientes.

"Es deseable que el yen se mueva de forma estable según los fundamentos y vamos a vigilar de cerca el mercado de divisas", tomando las decisiones oportunas "con calma", aseguró el responsable financiero nipón a este respecto.

El Nikkei ha acumulado un desplome del 17,49 % en las dos últimas sesiones y ha perdido más de 10.000 puntos en 16 jornadas de negociación, casi la mitad (4.451,28) solo en este lunes, todo ello desde que el pasado 11 de julio tocara un renovado cierre récord de 42.224,02 unidades.

"El valor de la Bolsa lo fija el mercado según las decisiones de los inversores, observando la situación económica dentro y fuera del país y el movimiento de las empresas, así que evitaré comentar al respecto", dijo Suzuki, que considera, no obstante, que "la economía japonesa se está recuperando moderadamente mientras mejora el ambiente de empleo y los ingresos".

El titular japonés de Finanzas se refirió de este modo a las recientes subidas salariales en el país, las mayores en 30 años, por encima del 5 %; a los datos positivos de inflación, que desde hace meses supera el objetivo del 2 % del BoJ, lo que lo llevó a abandonar una década de política monetaria poco ortodoxa; y el crecimiento del producto interior bruto (PIB) y el consumo, lento pero estable.

"Sé que hay muchas opiniones sobre la influencia que la caída de la Bolsa puede tener en la economía japonesa, pero se ve un movimiento positivo de la subida salarial y la inversión de capital", quiso tranquilizar Suzuki tras el desplome, el peor en los mercados asiáticos, que vivieron hoy una jornada de pánico generalizado. EFE

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