TW
13

El naufragio de un yate de lujo atracado frente a las costas de Sicilia es el más reciente aviso de que el Mediterráneo se está convirtiendo en un mar cada vez más peligroso para navegar, afirman expertos en clima y navegantes. Un hombre murió y seis personas siguen desaparecidas, entre ellas el empresario tecnológico británico Mike Lynch, después de que el Bayesian, un velero de 56 metros de eslora, fue azotado por una feroz tormenta el lunes, hundiéndose en cuestión de minutos.

Los climatólogos afirman que el calentamiento global está haciendo más frecuentes estas violentas e inesperadas tempestades en un mar frecuentado por millones de turistas, incluidos unos pocos ricos que navegan por sus aguas en superyates. Luca Mercalli, presidente de la Sociedad Meteorológica de Italia, dijo que la temperatura de la superficie del mar alrededor de Sicilia en los días previos al naufragio era de unos 30 grados centígrados, casi tres grados más de lo normal.

«Esto crea una enorme fuente de energía que contribuye a estas tormentas», declaró a Reuters. Los cambios en el «Mare Nostrum» (Nuestro Mar), como los antiguos romanos llamaban al Mediterráneo, también están siendo percibidos por patrones experimentados como Massimo Aramu, que dirige la escuela de vela Akua en la costa cercana a la capital italiana. Aramu, que actualmente navega por Grecia, afirma que no le gusta navegar por la costa tirrena italiana, alrededor de Sicilia, ni por las islas Baleares españolas, porque «a menudo se producen situaciones críticas con escaso aviso».

La semana pasada, una tormenta similar a la que hundió el Bayesian azotó el archipiélago balear, que incluye las islas de Ibiza y Mallorca, dejando varios yates varados en tierra. Giuliano Gallo, un antiguo patrón que cruzó el Atlántico y ha escrito varios libros sobre navegación, afirma que el Mediterráneo se está pareciendo cada vez más al Caribe, que tiene zonas que muchos barcos evitan en determinadas épocas del año.

«Pero las cosas son menos predecibles en el Mediterráneo», afirma. Hace un año, miles de personas murieron en Libia por las inundaciones repentinas provocadas por el llamado medicán o ciclón tropical mediterráneo, una tormenta alimentada por el aumento de la temperatura del mar.