Un «mar humano» se agolpa en la frontera sirio-libanesa, por donde han pasado desde el inicio de la ofensiva de bombardeos israelies sobre territorio del Líbano hace ya cuatro días más de 50.000 refugiados, y aún hay «miles» más que están aguardando para cruzar. Así lo informó en una entrevista telefónica a EFE desde la frontera entre ambos países el representante de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Siria, Gonzalo Vargas Llosa, quien señaló que este «éxodo» es un «drama humano que debe superar cualquier consideración política» e instó a la comunidad a cooperar para «aliviar esta situación».
«Estoy en el lado sirio y la frontera es un mar humano de niños, mujeres y hombres, que llegan en autobuses, coches e incluso caminando. Desde hace cuatro días es así, que es cuando comenzó este éxodo. Ya son más de 50.000 personas las que han cruzado a Siria desde Líbano», indicó el funcionario de la ONU. Vargas Llosa destacó además que «desde que comenzó este drama, este es el día en el que he visto un mayor número de personas. De un lado y del otro de la frontera calculo que debe haber cuatro kilómetros de vehículos haciendo fila. Y el día no ha terminado».
El funcionario de ACNUR, hijo del premio Nobel de Literatura Mario Varga Llosa, indicó que entre las personas que están cruzando la mayoría hay sirios, que huyeron de su país debido a la guerra civil y la inestabilidad política y económica y que ahora están regresando para encontrar refugio. «Otro grupo, un poco más pequeño, es el de libaneses que huyen de la violencia en su país y cruzan a Siria para refugiarse. Es importante decir que Siria ha abierto sus puertas a todos. Para facilitar el tránsito están dejando pasar tan solo con algún documento que lleve el nombre, lo que es algo excepcional. Lo han hecho porque la emergencia lo amerita», dijo.
Ayuda internacional
Ante la dimensión de esta llegada de refugiados, Vargas Llosa informó de que «está muy, muy claro» que se va a necesitar «un apoyo muy importante de la comunidad internacional», dado que las operaciones humanitarias en Siria están «pésimamente financiadas». «Son muy pocos los recursos de la comunidad que se están destinando a Siria en circunstancias normales. Y este drama más reciente va a tener que movilizar mucho más. Siria hace lo correcto en abrir para que regresen las personas y dar refugio. Corresponde ahora que se aporten más fondos», añadió.
Ante la posibilidad de que a la comunidad internacional le cueste movilizarse para ayudar en Siria, un país bajo sanciones internacionales y conflictos de todo tipo, Vargas Llosa indicó que que «lo que hay que hacer es dejar de lado la política. Ahora a dos metros de mí lo que hay es un verdadero drama humano, de niños, mujeres y hombres». «Necesitan ayuda y hay que aliviar este drama», añadió.
En ese sentido, recordó que el primer paso será la paz y el fin de los bombardeos israelíes sobre Líbano, pues «mientras siga muriendo gente va a continuar el desplazamiento forzado y miles y miles de sirios y libaneses van a seguir cruzando la frontera». Desde que Israel intensificó a comienzos de la semana pasada sus ataques contra los bastiones del grupo chií Hizbulá en Líbano han muerto en el país 1.030 personas y unas 6.000 han quedado heridas, según datos del gobierno libanés. Unas 200.000 personas, según datos de Naciones Unidas, han huido de sus hogares en busca de refugio.
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