El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kanani, ha destacado que estos ataques «muestran la naturaleza inhumana del régimen sionista» y ha agregado que «fueron llevados a cabo con el apoyo incondicional del régimen estadounidense». «Washington es un socio en las atrocidades cometidas por la banda criminal que gobierna en Tel Aviv», ha sostenido, antes de ensalzar el «apoyo honorable del pueblo yemení a la oprimida nación palestina» y afirmar que los bombardeos contra Yemen «son una violación flagrante y reiterada de la Carta de Naciones Unidas.
Por ello, Kanani ha criticado »el belicismo y las acciones incendiarias del régimen sionista« y ha reiterado que Israel y sus aliados »son directamente responsables de las peligrosas e impredecibles consecuencias de los continuados crímenes sionistas en Palestina y Líbano, así como de sus agresivos ataques en Yemen«. A las condenas se ha sumado el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), que ha tildado de »terroristas« los bombardeos y ha dicho que, junto a los ataques contra la Franja de Gaza, Líbano y Siria, suponen »una peligrosa escalada y una extensión de la agresión y la criminalidad de la agresión (...), con un apoyo total por parte de Estados Unidos«.
»Condenamos en los términos más firmes la brutal agresión sionista y expresamos nuestra total solidaridad con el hermano pueblo yemení y los hermanos en el movimiento Ansaralá --nombre oficial de los rebeldes hutíes-- ante la agresión sionista-estadounidense«, ha afirmado el grupo. En este sentido, ha aplaudido el apoyo de los hutíes a la »defensa del pueblo palestino frente a la injusticia« y ha agregado que »el enemigo criminal no socavará la moral del pueblo palestino o la de los pueblos de la región ni romperá la determinación de la resistencia en Palestina, Líbano, Yemen, Irak y la región«. Los bombardeos se saldaron con al menos cuatro muertos y cerca de 50 heridos, según los hutíes, mientras que el Ejército israelí habló de »operación aérea a gran escala« contra »objetivos militares del régimen terrorista hutí« en las regiones de Ras Issa y Hodeida.
Así, sostuvo que los bombardeos supusieron una »respuesta« a »los últimos ataques llevados a cabo por el régimen hutí contra el Estado de Israel", después del lanzamiento de varios proyectiles de largo alcance desde territorio yemení hacia Israel, acciones que los rebeldes achacan a sus intentos de que Israel ponga fin a su ofensiva contra la Franja de Gaza y a sus bombardeos contra Líbano. Las hostilidades en la región estallaron después de que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas lanzaran el 7 de octubre una serie de ataques contra Israel que dejaron casi 1.200 muertos y más de 240 rehenes.
El Ejército israelí inició entonces una cruenta campaña militar contra Gaza que se salda por el momento con cerca de 41.600 muertos, a los que se suman más de 700 palestinos muertos en Cisjordania y Jerusalén Este. Los ataques del 7 de octubre, denominados 'Inundación de Al Aqsa' por Hamás y sus aliados, llevaron además a la apertura del frente en la frontera entre Israel y Líbano, con combates constantes desde hace más de once meses. Además, los rebeldes hutíes de Yemen y milicias proiraníes de Irak han lanzado misiles y drones contra Israel --que ha ejecutado bombardeos contra territorio de Líbano, Siria y Yemen-- en respuesta a su ofensiva contra Gaza. EUROPA PRESS
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