La reportera palestina con pasaporte estadounidense Shireen Abu Aqleh era todo un referente informativo en Oriente Medio. Conocía como pocos los entresijos de las siempre problemáticas relaciones en la Franja de Gaza y Cisjordania. Meses antes del ataque de Hamás contra Israel del 7 de octubre murió tras recibir un disparo en la cabeza de parte de un soldado hebreo. No cambió nada el hecho que fuera vestida «perfectamente identificada como prensa». Hace escasos días el fotoperiodista palestino Mohamed al Tanani murió por disparos del Ejército israelí cuando trabajaba en el campo de refugiados de Yabalia. Otro informador, Fadi al Wahidi, en este caso de la cadena qatarí Al Yazira, se encuentra en estado crítico por aquel mismo episodio.
Estos dos nombres son solo ejemplos de un goteo que es casi constante, y cada tanto se produce una muerte más. Las autorizadades de la Franja, en manos de Hamás, elevan a 176 los informadores muertos desde el inicio de las hostilidades. Para hacernos una idea, las organizaciones internacionales sitúan en al menos 17 los periodistas que han muerto desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania. El dato resulta si cabe más significativo teniendo en cuenta que allí la ofensiva a gran escala comenzó un año y medio antes que en Oriente Próximo.
«Las fuerzas israelíes se muestran cada vez más hostiles hacia los trabajadores de los medios de comunicación», expresan fuentes sobre el terreno. «El ataque deliberado contra los periodistas representa una violación flagrante de las leyes internacionales que protegen a la prensa y a los trabajadores humanitarios en zonas de guerra». En las últimas fechas han regresado las acciones militares de máxima intensidad por parte de Israel en el norte y centro de Gaza, áreas de las que las fuerzas israelíes habían afirmado en el pasado haber erradicado los batallones de Hamás. Sin embargo, los choques siguen produciéndose periódicamente, restringidos a una guerra de guerrillas bajo bombardeos muy frecuentes, tanto de artillería como de aviación.
Los francotiradores y los drones también se han revelado como amenazas potenciales para aquellos periodistas que cumplen su labor en lo que queda de la Franja de Gaza, aun a riesgo de dejarse la vida en el empeño. Una vez más, las autoridades gazatíes han aprovechado la realidad para llamar la atención de la comunidad internacional, y a aquellos relacionados con el trabajo periodístico a disuadir a Israel de su actividad, así como a presionar al Estado hebreo para que «detenga el genocidio y el asesinato de periodistas palestinos».
La guerra de Gaza, que estalló hace algo más de un año, es ya el conflicto más letal para periodistas, según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, según sus siglas en inglés), con sede en Nueva York, que hasta el pasado 9 de octubre contabilizó la muerte de al menos 128 trabajadores de medios de comunicación y el encarcelamiento de otros 69. En resumen, la ofensiva israelí en Gaza «ha matado a más periodistas en un año que cualquier otro conflicto que el CPJ ha documentado».
El apunte
Reconocimiento a la profesión
2 comentarios
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¿Se ha contrastado la noticia que aparece hoy de que a cien metros de la torre de vigilancia de un campamento de la ONU en Líbano se ha encontrado un túnel de Hezbolà repleto de armas?
Israel vol tapar el que fa perquè sap perfectament que està a anys llum de ser ètic i legítim