Reclutas en plenas maniobras en un punto del sur de Ucrania. | Reuters - Ivan Antypenko

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Rusia sigue abriéndose camino hacia algunas de las principales ciudades ucranianas que siguen bajo control de Kiev en la región oriental de Donetsk, al tiempo que las autoridades ucranianas buscan con urgencia dar un nuevo impulso a la movilización para reducir su desventaja numérica y poder frenar la ofensiva rusa en el este.

En las últimas horas, el canal de Telegram ucraniano DeepState, cercano al Ministerio de Defensa de Kiev y que sigue a diario el curso de la guerra, ha informado de la caída de la localidad de Selídove en manos de los rusos, cuyo Ministerio de Defensa ya había anunciado el martes esta conquista. Selídove tenía antes de la guerra más de 20.000 habitantes y se encuentra a diez kilómetros tanto de Pokrovsk, con una población antes de la invasión de más de 60.000, como de Kurájove (18.000 habitantes). Estas dos ciudades de la región de Donetsk son dos de los principales objetivos de la campaña rusa en el este.

Según el Centro para Estrategias de Defensa (CED) de Kiev, «la captura de Selídove por las fuerzas enemigas indica una continuación de su avance en dirección a Pokrovsk» y podría obligar a las fuerzas ucranianas a retirarse de la orilla norte del pantano de Kurájove, al sur de Pokrovsk. El CED calcula que las fuerzas rusas conquistaron el mes pasado una media de 14 kilómetros al día. Según el Ejército ucraniano, Rusia está logrando estos avances a un precio altísimo en bajas humanas y pérdidas materiales.

En las últimas 24 horas, las tropas rusas perdieron a lo largo de la línea de contacto más de 1.300 hombres entre muertos y heridos, 58 sistemas de artillería y 19 tanques y 17 vehículos de combate blindados. Mientras tanto, los combates continúan también en el óblast ruso de Kursk, fronterizo con Ucrania, donde las fuerzas de Kiev siguen controlando parte del territorio conquistado en la operación militar transfronteriza lanzada a principios de agosto.

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Esta maniobra ucraniana tenía entre sus metas obligar a Rusia a descuidar su ofensiva en Donetsk para centrarse en expulsar a las fuerzas enemigas de su territorio. Pese a haber trasladado a decenas de miles de soldados para defender Kursk, los avances rusos no se han detenido hasta el momento en Donetsk.

Kiev quiere movilizar a más gente

La superioridad numérica rusa es una de las razones citadas por los analistas para explicar un avance lento pero constante de las tropas del Kremlin en el este de Ucrania que comenzó hace más de un año, tras apagarse sin los resultados esperados la segunda gran contraofensiva ucraniana en esta guerra. Para reducir esa brecha, Kiev prepara la movilización de 160.000 nuevos soldados adicionales en los próximos tres meses, según anunció esta semana en el Parlamento ucraniano el secretario del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional, Oleksandr Litvinenko.

Ukrainian Armed Forces' new recruits attend military exercises in southern Ukraine
Ejercicios para nuevas tropas que garanticen el reemplazo en el frente. Foto: Reuters.

La naturaleza de las carencias ucranianas en el frente parece ser motivo de discordia entre Ucrania y sus aliados. El presidente Zelenski ha lamentado repetidamente en público constantes retrasos en la llegada de las partidas de ayuda militar aprobadas por los aliados de Ucrania en los últimos meses. Al mismo tiempo, dos diplomáticos de países europeos contactados por EFE señalaron que Ucrania necesita, sobre todo, incrementar el número de nuevos reclutas para estabilizar el frente. Unas declaraciones recientes del asesor de Zelenski Serguí Leshchenko confirman que existe esta percepción entre algunos socios de Kiev.

Según Leshchenko, «políticos estadounidenses de ambos partidos están presionando al presidente Zelenski» para que rebaje la edad mínima de movilización, que actualmente empieza a los 25 años. Estos políticos de Washington recuerdan en favor de su argumento que la edad mínima de movilización en EE.UU. para la guerra de Vietnam era de 19 años. Otros Ejércitos activos como el israelí sitúan también la edad mínima de movilización obligatoria en los 18, siete años menos de la que tiene establecida ahora Ucrania.

Más allá de las discrepancias de análisis, la intensificación de la movilización anunciada esta semana en el Parlamento de Ucrania aumentará la presión sobre los varones ucranianos en edad militar, que en muchos casos tratan de evitar desplazamientos en las ciudades para no encontrarse con las patrullas de reclutamiento o buscan otras formas, legales e ilegales, de evitar ir al frente. Desde hace más de una semana, las autoridades ucranianas llevan a cabo una agresiva campaña contra la corrupción en las estructuras responsables de la movilización, que según el servicio secreto de Kiev han expedido miles de certificados falsos de invalidez y otras documentos que eximen de ir al Ejército a cambio de sobornos que se elevan, sumados, a muchos millones de euros.