El Alto representante de la UE para Asuntos Económicos, Josep Borrell (i), este sábado en Kiev. | Efe - SERGEY DOLZHENKO

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El colapso de la coalición gubernamental en Alemania lleva a Ucrania a preocuparse por el futuro del apoyo de su aliado europeo clave justo en el momento en que Kiev espera que sus socios continentales intervengan dada la incertidumbre que genera la elección de Donald Trump como presidente estadounidense.

«Es importante aprovechar los meses previos a la investidura de Trump para coordinarnos con nuestros socios europeos y planificar juntos la posibilidad de que la situación no cambie a nuestro favor», dijo a EFE Oleksiy Melnyk, experto en seguridad internacional del Centro Razumkov, un laboratorio de ideas con sede en Kiev. Sin embargo, la crisis política de Berlín hace que los dos mayores donantes y socios de Kiev -Estados Unidos y Alemania- experimenten al mismo tiempo una mayor inestabilidad política.

Según el rastreador de las ayudas que Ucrania ha recibido del extranjero del Instituto para la Economía Mundial de Kiel, Alemania ha proporcionado más de 15.000 millones de euros, incluidos 10.600 millones en armamento y equipamiento. Sin embargo, el destino de la ayuda en 2025 pende ahora de un hilo, subrayó en sus redes sociales Halyna Yanchenko, vicepresidenta del grupo parlamentario del partido gubernamental ucraniano «Servidor del pueblo».

Para Berlín, la ayuda no corre peligro

El Gobierno alemán afirmó el viernes que la ayuda a Ucrania estaba «garantizada» a pesar de la crisis y de que no se votara un presupuesto. «La ayuda a Ucrania, el apoyo militar, el apoyo financiero, está garantizado y que estamos proporcionando una ayuda significativa tanto a nivel nacional como en el marco del G7, que también está garantizada», declaró la portavoz adjunta del Gobierno alemán, Christiane Hoffmann.

La línea de crédito de 50.000 millones de euros del G7 y otros aliados protege a Ucrania de recesiones o acontecimientos políticos en determinados países, según defendió el viernes en Budapest el canciller alemán, Olaf Scholz. Sin embargo, la crisis de Gobierno en Alemania puede dejar a este aliado clave de Ucrania incapaz de tomar medidas rápidas y decisivas durante meses, justo en el momento en el que el país invadido busca movilizar el apoyo de los socios europeos para garantizar que la llegada de Donald Trump al poder en Estados Unidos no merme su capacidad de defenderse.

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«El equipo de Trump, a diferencia de la actual administración estadounidense, acogerá con satisfacción y no bloqueará los pasos decisivos de los países europeos en apoyo de Ucrania», afirmó Aliona Getmanchuk, directora del New Europe Center, otro laboratorio de ideas ucraniano.

Cuanto más apoyo pueda recibir rápidamente Kiev de sus socios europeos y menor sea la implicación necesaria de Estados Unidos, más dispuesto podría estar Trump a apoyar a Ucrania, según Getmanchuk. Sin embargo, si la crisis en Alemania se prolonga, esto podría ser más difícil de conseguir. Por ahora, Ucrania espera que el apoyo a Ucrania no se convierta en rehén de los desacuerdos políticos internos de Alemania. «Esperamos que las relaciones entre Kiev y Berlín no se resientan por las especulaciones políticas preelectorales», subrayó Yanchenko.

Esperanzas de un cambio positivo

Sin embargo, la situación en Alemania también contiene atisbos de mejora para Kiev. Aunque la popularidad de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y de la formación populista de izquierdas Alianza Sahra Wagenknecht (BSW) -que se oponen a apoyar a Ucrania- es alarmante, muchos tienen la esperanza de que una nueva coalición que surja tras unas probables elecciones pueda ofrecer un apoyo más decidido a Ucrania.

«En el lado positivo, Friedrich Merz, líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), tiene muchas posibilidades de convertirse en canciller», subrayó Yanchenko. Merz ha criticado constantemente a Olaf Scholz por la falta de liderazgo en relación la guerra en Ucrania. El líder de los democristianos alemanes es partidario de enviar más armas para ayudar al país invadido, incluidos -potencialmente- misiles Taurus de largo alcance con los que Kiev también podría destruir objetivos militares rusos al otro lado de la frontera y disminuir así la presión de Rusia.

Ahora mismo, aunque Alemania sigue siendo el segundo país que más ayuda a Ucrania en términos absolutos, su contribución palidece -si se mide en proporción a su PIB- en comparación con muchos otros países, ya que el país sólo ocupa el puesto 15 en la lista actualizada por el instituto de Kiel. Si Alemania apoyara a Ucrania tanto como los países bálticos o nórdicos en proporción a su tamaño, podría mejorar drásticamente la situación en el campo de batalla, subrayó a EFE el jefe de la comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento ucraniano, Oleksandr Merezhko.