Joe Biden llega con su avión presidencial a una base estadounidense. | Efe - Tierney L Cross

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Rusia reconoció este martes otros dos ataques ucranianos con misiles estadounidenses ATACMS contra la región de Kursk tras el lanzamiento la pasada semana del misil hipersónico ruso Oréshnik -cuya traducción literal es 'Avellano'- contra Ucrania. «Según datos confirmados, en los últimos tres días las Fuerzas Armadas de Ucrania han llevado a cabo dos ataques con armas occidentales de largo alcance contra objetivos en la región de Kursk», declaró el Ministerio Defensa de Rusia, que adelantó que «prepara acciones de respuesta».

En este contexto el presidente ruso, Vladímir Putin, viaja este miércoles a Kazajistán para asegurar la participación de Rusia en la construcción de la primera central nuclear de la república centroasiática y reforzar la cooperación económica con su mayor vecino. Putin, que realizó su última visita oficial a Kazajistán hace exactamente un año, se reunirá con su homónimo, Kasim-Yomart Tokáyev, durante una visita en la que firmará una veintena de acuerdos, según informaron ambos países.

Al día siguiente, el jefe del Kremlin participará en la reunión en Astaná de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), considerada la alianza militar postsoviética. Kazajistán, la visita más repetida Desde que llegara al poder hace 25 años Putin ha visitado en 32 ocasiones el país con el que Rusia comparte su mayor frontera, más de 7.500 kilómetros. Putin ya se reunió en cinco veces con Tokáyev este año, no en vano, según los analistas, un 20 % de la economía kazaja depende de los intercambios con Rusia, que ascendieron el pasado año a 26.000 millones de dólares.

Mientras, en los primeros nueve meses de este año el volumen comercial bilateral creció hasta casi los 20.000 millones de dólares gracias a la participación activa de corporaciones como las energéticas Gazprom y Lukoil, el banco VTB o la tecnológica Yándex. En cuanto a los proyectos energéticos, Astaná está a favor de la ampliación de la actual red de gasoductos con destino al mercado chino. «Si Rusia toma tal decisión, Kazajistán estará dispuesto a ceder su territorio al nuevo gasoducto, pero con la condición de que hasta 10.000 millones de metros cúbicos de gas de tránsito se queden a precios beneficiosos para nosotros en nuestro mercado interno», comentó este lunes en rueda de prensa Almasadam Stakalíev, ministro de Energía kazajo.

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Precisamente, el asesor del Kremlin para asuntos internacionales, Yuri Ushakov, adelantó que en Astaná se firmará un protocolo que prolongará el acuerdo bilateral de 2010 para el suministro de petróleo y productos petrolíferos a Kazajistán. Carrera para construir la primera central nuclear kazaja Uno de los principales asuntos de la agenda es decidir quién entra en el consorcio internacional que se encargará de construir la central nuclear cerca de lago Baljash en el centro de Kazajistán. En la prensa kazaja se da por hecho desde la victoria del sí en el controvertido referéndum celebrado en octubre que Moscú lleva la delantera. «Nadie duda de que la parte rusa estará representada en el consorcio internacional del que habló Tokáyev tras la consulta», apuntó Alibek Tazhibáev, director de un centro de investigaciones analíticas.

Y es que Moscú también se propone construir una planta en la vecina Uzbekistán, por lo que ambas centrales enlazarán el sistema energético de toda Asia Central con Siberia Occidental para los próximos 50 años. Cuatro países optan a entrar en esa lista: Rusia (Rosatom), China (CNNC), Francia (EDF) y Corea del Sur (KHNP). Rusia ya participa en la construcción de tres centrales termoeléctricas en este país. «Después de que se supo que soldados norcoreanos participan en los combates contra Ucrania, difícilmente una compañía surcoreana puede participar en cualquier consorcio con una compañía rusa. Lo mismo se puede decir la empresa francesa», comentó Dosim Satpáev, conocido politólogo kazajo.

La tensión en Ucrania, en la agenda

La visita también está destinada a tranquilizar a Tokáyev tras el lanzamiento la pasada semana de un misil hipersónico Oréshnik contra Ucrania y el anuncio de Putin sobre su producción en serie. Ushakov adelantó que ambos mandatarios emitirán una declaración conjunta sobre la profundización de su cooperación estratégica que tendrá en el marco del «nuevo orden mundial». La pasada semana Tokáyev ordenó adoptar «medidas urgentes» para garantizar la seguridad de las principales instalaciones militares e infraestructuras civiles del país debido a la escalada de la situación en torno a Ucrania.

«Para nuestro Estado el principal objetivo estratégico es preservación de la estabilidad, la calma, la legalidad y el orden», explicó Berik Uali, portavoz presidencial. Al tiempo que mantiene una buena relación con el jefe del Kremlin, la política exterior kazaja es independiente, algo que no siempre sienta bien en Moscú. De hecho, Tokáyev se ha negado a reconocer la anexión rusa de cuatro regiones ucranianas y no mostró interés en ingresar en el grupo BRICS, cuya cumbre se celebró en octubre en la ciudad rusa de Kazán.