Las autoridades identificaron este jueves 2 de enero a la persona hallada muerta en el interior de la camioneta que explotó delante del Trump International Hotel de Las Vegas como un soldado del ejército estadounidense, de Colorado, mientras que el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) dijo que aún no estaba claro si la explosión fue un acto de terrorismo.
El FBI no ha encontrado hasta ahora ninguna relación definitiva entre el ataque con camioneta del día de Año Nuevo en Nueva Orleans, en el que murieron 15 personas, y la explosión de la camioneta en Las Vegas más tarde ese mismo día, que dejó siete personas con heridas leves.
El conductor de la Tesla Cybertruck fue identificado como Matthew Livelsberger, de 37 años, soldado en activo del ejército de Colorado Springs, y la policía dijo que actuó solo.
Livelsberger se suicidó con un disparo en la boca, dijo la policía citando un informe del médico forense del condado de Clark, según una publicación en la red social X del Departamento de Policía Metropolitana de Las Vegas. Livelsberger se encontraba en el interior del vehículo cuando explotaron los bidones de gasolina y los grandes morteros pirotécnicos que había en la caja de la camioneta, según la policía.
La policía había dicho previamente en una conferencia de prensa que creían que la persona encontrada en la camioneta era Livelsberger, pero dado que las quemaduras impedían el reconocimiento del cadáver, los investigadores estaban esperando la confirmación de las pruebas de ADN y los historiales médicos.
Livelsberger se pegó un tiro justo antes de que detonaran los explosivos que había en el vehículo, dijo a la prensa el comisario del Departamento de Policía Metropolitana de Las Vegas Kevin McMahill. Se encontró una pistola a sus pies.
Era una de las dos pistolas semiautomáticas encontradas en la camioneta, ambas adquiridas legalmente por Livelsberger el 30 de diciembre. Las fuerzas del orden también encontraron en el vehículo documentos de identidad militares, un pasaporte, un iPhone y tarjetas de crédito.
Livelsberger estaba destinado en el Mando de Operaciones Especiales del Ejército y se encontraba de permiso en el momento de su muerte, según informó un oficial del Ejército. El Mando de Operaciones Especiales del Ejército no hará comentarios sobre una investigación en curso, según un portavoz.
Un responsable estadounidense dijo a Reuters que Livelsberger había sido galardonado con una Estrella de Bronce al valor y una mención de honor del Ejército al valor, junto con una Insignia de Soldado de Infantería de Combate. Completó cinco despliegues de combate en Afganistán, según esta fuente.
Livelsberger fue partidario del presidente electo, Donald Trump, durante toda la carrera política del republicano, al que veía como alguien que ama a los militares, dijo un familiar del fallecido a Reuters. «Pensaba que Trump era lo más grande del mundo».
Videos tomados por testigos dentro y fuera del hotel de Las Vegas mostraron la Cybertruck, un vehículo eléctrico con un diseño angular distintivo, explotando y con llamas brotando de él, delante del hotel alrededor de las 1640 GMT del miércoles.
Un portavoz de Trump no respondió el jueves a una petición de comentarios.
Según la policía, Livelsberger alquiló la Cybertruck en Denver el 28 de diciembre e hizo paradas en varias ciudades, entre ellas Albuquerque (Nuevo México) y Flagstaff (Arizona), antes de llegar a Las Vegas a primera hora del miércoles.
Tanto el Cybertruck como el vehículo utilizado en el ataque de Nueva Orleans fueron alquilados a través del servicio de uso compartido de coches Turo, dijo McMahill.
Un portavoz de Turo dijo que la empresa no creía que ninguno de los arrendatarios de los vehículos implicados tuviera antecedentes penales que los hubieran identificado como una amenaza para la seguridad. (Información de Ronda Churchill en Las Vegas, Harshita Meenaktshi en Bengaluru, Hannah Lang y Karen Brettell en Nueva York, Rich McKay en Atlanta y David Shepardson, Jasper Ward e Ismail Shakil en Washington; información adicional de Devika Nair en Bengaluru; edición de Scott Malone, Donna Bryson, Nick Zieminski, Daniel Wallis, Cynthia Osterman y Leslie Adler; edición en español de Jorge Ollero Castela)
2 comentarios
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... este no actuaba movido por la religión... pero era militar de las operaciones especiales, seguro que le hicieron hacer muchas perrerías en Afganistán... militar del ejército y además trumpista... otra combinación peligrosa...
Sort que aqui no podem dur armes i tenir-les és relativament difícil, perquè de desequilibrats el món n'és fins al cap d'amunt.