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Mallorca está de enhorabuena. El proyecto de la pista de esquí es ya una realidad. A partir de ahora ya no hará falta salir de la Isla para calzarnos los esquíes y disfrutar del deporte de la nieve. Desde ayer ya se puede practicar el esquí en la nueva pista de nieve artificial que se ha instalado en el bosque de na Burguesa.

El proyecto, que ha sido llevado en gran secreto para evitar que surgiera algún competidor en la Costa del Sol, no ha sido sencillo. A sus promotores no sólo les ha preocupado el coste económico, sino encontrar una fórmula para terminar con el viejo mito de que Mallorca era sólo una isla de sol y playa: ahora también tenemos nieve, aunque sea artificial.

El diseño de esta modernísima pista ha sido obra de un arquitecto nipón, que ha realizado pistas similares en otros lugares del mundo.
Como si se tratara de un milagro, todos los partidos políticos han apoyado la construcción de las nuevas instalaciones. La oposición es consciente de que el president Matas es un apasionado de la nieve y ahora tendrá la oportunidad de mantener importantes reuniones políticas, subido en la telesilla que le lleva a la cumbre de na Burguesa pero, a pesar de ello, ha dado su apoyo. Precisamente, ha sido Matas, experto esquiador, el primer político que se ha dezlizado por la blanca pista. Matas ha declarado: «Ahora sí que podemos decir que 'ho tenim tot'», y ha recordado que su Govern ha impulsado el proyecto.