Un total de 2.052 ciudadanos extranjeros de países no comunitarios
solicitaron durante el año 1998 un permiso para trabajar en
Mallorca al tener una oferta laboral. De ellos, solo 483 pudieron
hacerlo al conseguir la autorización necesaria, según aseguró ayer
Mustafa Boul'harrak, responsable del Centro de Información para
Trabajadores Extranjeros del sindicato Comisiones Obreras.
Esta limitación, que provocó la desatención de 1.569 solicitudes
en las Islas, es debida a la imposición de un cupo por parte de
Madrid, cupo que en el 98 fue de 28.000 para toda España y en el 99
será de 30.000.
En lo que respecta al archipiélago, el cupo para el año que
empieza está cifrado aproximadamente en los 580 permisos, «cantidad
a todas luces insuficientes si tenemos en cuenta la cantidad de
solicitudes de ofertas nominativas que se han venido registrando»,
aseguró el representante sindical.
Este desequilibrio entre los permisos solicitados y los que
realmente se conceden desnaturaliza, según Mostafa, «el contingente
como mecanismo de regulación de los flujos de entrada de los
extranjeros no comunitarios» y más, asegura, teniendo en cuenta que
la mayoría de solicitudes presentadas corresponden en realidad a
inmigrantes que ya se encuentran viviendo en nuestra comunidad de
forma ilegal.
Críticas al Plan Autonómico de
Inmigración
El responsable del Centro de Información para Trabajadores
Extranjeros de CC OO criticó durante su intervención el borrador
del Plan Autonómico de inmigración al que ha tenido acceso
asegurando que no argumenta «ni ofrece nada novedoso en este
tema».
El texto, que ha sido redactado por la Conselleria de
Presidéncia, se presentará en el Parlament antes del mes de marzo y
según informaciones de la propia conselleria se centra
especialmente en materia de formación de los trabajadores
extranjeros y perfila las medidas necesarias para favorecer que la
estancia en las Islas de la familia de trabajador.
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