La Conselleria de Turisme incoó el pasado año 231 expedientes
sancionadores por incumplimiento de la actual normativa turística
vigente, resolviéndose al final un total de 84, según datos
facilitados por Turisme.
El número de expedientes de cierre «rápido» por no contar con la
debida autorización para el ejercicio de sus actividades fue de 100
en la oferta complementaria y 14 en la oferta de alojamiento. El
número de resoluciones en la oferta complementaria fue de 48, de
los cuales siete expedientes fueron remitidos por los servicios
jurídicos de Turisme a los juzgados por incumplimiento de la orden
de cierre. En la oferta de alojamiento dicha cifra fue de 14, de
los cuales 9 acabaron en los juzgados.
En cuanto al número de inspecciones realizadas por los servicios
técnicos de inspección de la Conselleria de Turisme y el
departamento de expedientes sancionadores, fue de 1.492, de los que
510 correspondieron a denuncias y reclamaciones.
Uno de los apartados más importantes fue todo lo concerniente a
las inspecciones en materia de modernización de la oferta de
alojamiento, 277 a lo largo de 1998.
Desde Turisme indican que se produjeron 60 peticiones de cambio
de categoría: «La mayor parte de las peticiones se centraron en
hoteles de dos estrellas que solicitaron el cambio de categoría a
tres y cuatro estrellas. La inversión mínima por habitación rondó
los 1'3 millones de pesetas, de ahí que el cómputo global de
inversión global fue muy cuantioso, puesto que superó con creces
los 6.000 millones de pesetas».
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