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Una notable representación de penitentes de la mayoría de cofradías de Palma participaron ayer en la procesión del Cristo de la Agonía. El cortejo salió precedido del grupo de Tamborers de la Sala desde el monasterio de Santa Clara, recorriendo las calles del casco antiguo para finalizar en el monasterio de las Capuchinas.

En la procesión del Lunes Santo participaron varias bandas juveniles, entre ellas la de Simón Cirineo, nueva de este año, acompañando a sus respectivas cofradías. Fueron procesionados el paso del Buen Perdón, de la cofradía de Jesús del Buen Perdón; La Piedad, de la cofradía de Santo Tomás de Aquino "que participó por vez primera en dicha procesión"; Virgen de los Desamparados, paso de la cofradía de la Cruz de Calatrava, y La Elevación de Cristo en la Cruz, obra del escultor Juan Llinàs Riera, perteneciente a la Agrupación de Penitentes del Santo Cristo de la Agonía.

Esta cofradía, fundada en el año 1927, viste túnica blanca, y capa, faja y capirote grana. El pasado año estrenó nuevo estandarte, bordado en los talleres del artesano valenciano Ciriaco Ruiz. Del mismo taller proceden los seis nuevos báculos que incorporó la pasada edición que portan dos hermanos mayores y cuatro cofrades miembros de la junta.