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El presidente de la Cámara de Comercio, Miquel Lladó, ha apostado fuerte por popularizar entre los empresarios de Balears el Tribunal de Arbitraje. «Existe la posibilidad de variar su reglamento, hacerlo más ágil para que se ocupe incluso de cuestiones de menor cuantía», explicó.

El tribunal, formado por miembros del Colegio de Abogados de Balears, la Cámara de Comercio y un letrado de reconocido prestigio en cada una de las materias a abordar, se reúne a instancias de las partes para dirimir cualquier diferencia que surjan entre los empresarios. En la mayoría de las ocasiones, resuelve cuestiones de índole económica y el laudo arbitral se considera «cosa juzgada», por lo tanto, sólo es recurrible ante la Audiencia Provincial de Palma por un defecto de forma.

El año pasado, el tribunal se pronunció en catorce ocasiones para dictar sentencia sobre diferencias económicas de entre las 500.000 y los 70 millones de pesetas. En 1999, el arbitraje cameral ha batido todos los records ya que está resolviendo un asunto que enfrenta a dos empresarios del sector turístico y de la construcción valorado en más de 2.200 millones de pesetas.