El pleno ordinario del Ajuntament de Palma aprobó con los votos del
equipo de Gobierno y la abstención de toda la oposición los
estatutos del Institut de Coodinació d'Obres Viaries, cuyo objeto
será coordinar las obras que realicen en la vía pública tanto la
administración local, como las empresas suministradoras de
servicios o cualquier particular o empresa.
Tanto PSOE como PSM o EU coincidieron con el grupo popular en la
necesidad de un órgano que controle estos trabajos, pero también
opinaron que la idea llega «al menos dos años tarde», según los
nacionalistas, y que «si no se hace bien, negociando con los
sindicatos el traslado del personal municipal a esta oficina, por
ejemplo, no se cumplirán los objetivos», como expresó el grupo
socialista.
Por otro lado, el PSM presentó una propuesta a favor de crear
una comisión de investigación «para averiguar el destino final de
los bordillos de piedra viva y para exigir responsabilidades». La
propuesta fue rechazada, aunque contó con los votos a favor de toda
la oposición, pues el concejal de Economía, José María Rodríguez,
se negó en redondo y sólo ofreció la creación de una comisión
informativa.
El concejal socialista Ramón Torres intervino para afirmar que
«yo les voy a decir donde están estos bordillos: unos están
desaparecidos, otros están en Son Pacs y otros están enterrados
bajo hormigón en la calle Francisco Martí Mora», donde se ampliaron
y levantaron las aceras dejando enterrados los viejos bordillos de
piedra.
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