Ayer, los valencianos de Mallorca celebraron el día de la Mare de Déu dels Desamparats, su patrona, con una serie de actos que se iniciaron por la mañana con la misa en la iglesia del Socorro, de Palma, y que culminaron a las nueve de la noche con la cremà de una falla plantada en el Parc de la Mar.
En la iglesia del Socorro, el señor obispo, don Teodoro, valenciano para más señas, concelebró la misa con el templo hasta la bandera de gente, muchos ataviados de valencianos a la antigua. Antes del oficio solemne, se procedió a la ofrenda floral a la Xaperudeta.
Tras el oficio "y la explosión de una pequeña pero sonora traca", en comitiva, «els valencians» fueron hasta ses Voltes. Abría el cortejo la bandera de la casa regional, bendecida por el obispo instantes antes, y las de las cuatro fallas de la Isla: All i pebre, Son Bugadellas, Alcúdia y el Toro. Y entre éstas y el público, la banda de música de Son Rapinya amenizaba el paseo hasta el Parc de la Mar. En ses Voltes, la banda municipal de Palma, con mayoría de músicos valecianos, ofreció un concierto muy aplaudido por el numeroso público que se dio cita en el recinto, y que culminó con el canto de l'Himne de la Regió. A continuación se prendió la mascletà, estruendosa como mandan los cánones en su recta final. Antes, el alcalde Fageda y miembros de la Casa de Valencia se habían acercado hasta donde Juan Ramón, el cocinero llegado ex profeso de Valencia para hacer una paella para 700, echaba el arroz, a fin de dar el visto bueno.
Tras degustar la paella sobre unas mesas instaladas cerca de la falla, se practicaron una serie de juegos con el fin de pasar la tarde en amor y compaña hasta que dieron las nueve, en que una fallera y la esposa del president Matas, Maite, prendieron fuego a la falla, lo que marcó el final de la celebración.
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