Un informe interno encargado por la Comissió de Benestar Social del
Consell de Mallorca deja en entredicho la gestión realizada por el
conseller de Benestar Social, el socialista Damià Pons, y la propia
eficacia del Pla Estratègic de Benestar Social del Consell, uno de
los programas estrellas de este departamento.
El informe constata la falta de una política de recursos humanos
que favorezca un buen clima laboral. Destaca la inestabilidad en
los puestos de trabajo, la diversidad de fórmulas contractuales y
dice que la indefinición de funciones y responsabilidades deben
corregirse para definir de una manera más clara una política de
recursos humanos «encaminada a optimizar los recursos disponibles,
a mejorar la formación y a flexibilizar los horarios de trabajo».
Por lo que se refiere a la valoración del Pla Estratègic de
Benestar Social, el informe considera que hay una serie de aspectos
cuestionables entre los que cita el planeamiento de objetivos, la
definición del marco político de futuro, la cuantificación de
recursos humanos y financieros o la definición del modelo de
intervención social que quiere promover el Consell de Mallorca.
Además de los problemas en la inestabilidad de los puestos de
trabajo y la propia escasez de trabajadores, se constata la
inestabilidad presupuestaria y el hecho de que el Pla Estratègic se
aprobara sin cuantificación «ni compromisos de calendario». «En
términos sanitarios se podría decir que el Pla Estratègic no tiene
un buen pronóstico para su buena salud porque no se ha seguido el
proceder más elemental de estudio, diagnóstico y tratamiento de
cualquier enfermedad, en este caso la enfermedad social», reza el
documento.
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