La ciudad y sus personajes, ante la cámara de Truyol.

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El Arxiu del So i la Imatge abrió ayer sus puertas con una exposición de lujo: un viaje a la Mallorca de finales del siglo XIX y principios del XX de la mano de Josep Truyol Otero, al cumplirse el cincuenta aniversario de su muerte.

El novedoso espíritu estético, lleno de innovaciones técnicas y artísticas del fotógrafo, cineasta y autor de documentales se pone de relieve en esta primera muestra conjunta de su obra, reflejo de nuestro patrimonio y nuestra historia.

Traumatizado por la quiebra del cinematógrafo que había inaugurado unos años antes en Ciutat, Truyol fue quemando las bobinas de celuloide que almacenaba en su casa. Aún así, se conservan dos films completos: «Panorámica de Palma y sus contornos desde el Castillo de Bellver» y «De Palma al Puerto de Sóller», ambos de 1913, además de varios fragmentos donde se recogen paisajes, escenas familiares y acontecimientos sociales.

El grueso de la exposición, sin embargo, lo forma la obra fotográfica de Truyol. La labor de la investigadora Catalina Aguiló, así como la colaboración de Andreu Muntaner Darder y de Josep Truyol i Thomàs, nieto del fotógrafo, ha permitido reunir negativos en placas de vidrio y positivos y copias de época inéditas. Junto a las imágenes, se muestran también una cámara de galería y un retocador de negativos utilizados por Truyol. l Ana Pérez