Los paros de los conductores de autocares turísticos pueden crear graves problemas en Son Sant Joan, como ocurrió en 1992.

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Las tres jornadas de huelga convocadas para fin de mes por los conductores de los autocares turísticos ya no dejan conciliar el sueño al sector vacacional de Balears. Empresarios de agencias de viaje y touroperadores se reunieron ayer con la dirección de Son Sant Joan para elaborar un plan de emergencia que palíe los efectos de los paros. La patronal del sector vacacional, por su parte, celebró una asamblea, donde el mensaje principal fue contundente:
«debemos prepararnos para lo peor».
El director del aeropuerto de Palma, Pedro Meaurio, explicó ayer en qué consistirá el Plan de Contingencia: «Se reforzarán los servicios de información y se prevén unos mecanismos de coordinación entre los touroperadores y las distintas agencias de viaje para que los traslados al hotel desde el aeropuerto se realicen en los momentos más adecuados. También, hemos estudiado la posibilidad de realizar una serie de atenciones especiales a pasajeros que tienen problemas de discapacidades, de edades avanzadas, niños, madres gestantes, que requerirán un tratamiento diferente», afirmó.

La patronal del transporte discrecional de pasajeros, por su parte, decidió «dar libertad a los afiliados para que puedan confeccionar convenios de empresa», según anunció su presidente, José María Blay. «Es casi imposible alcanzar un acuerdo con los sindicatos sobre el convenio colectivo del sector», subrayó el empresario.

Blay, acompañado por el asesor de la Federación Empresarial Balear de Transportes (FEBT), Carlos Sedano, explicó que en una asamblea se informó a los empresarios de «que cada uno se prepare para lo peor» ante la convocatoria de huelga de los conductores.