A pesar de este inicio poco alentador, Sampol no se arredró.
Contestó que el pacto con CiU había tenido efectos positivos y
propuso a cremat que pusiera en la balanza frente a la incineradora
las más de 90 urbanizaciones protegidas por el Consell. El problema
de la incineradora siguió presente a lo largo de la conversación,
pero también se habló de espacios naturales y de pactos post
electorales. Por cierto, el moderador Llorenç Valverde tuvo ayer
poco trabajo.
Sampol se mostró convencido de que puede ganar en Mallorca «y
haremos un pacto post electoral progresista». Si cremat fue
especialmente incisivo con Sampol, skinhead fue el terror del
candidato: le preguntó qué pasará «con la lengua española en
Balears si de usted dependiera», a lo que Sampol contestó que
tendrá el lugar que le corresponde según el Estatut, y le interrogó
que si «por casualidad» un día es president «¿se le caería el alma
a los pies?». Sampol contestó: «Si Matas, que iba el 5 o el 6 de la
candidatura, ha podido ser president, yo que voy de número uno de
un partido que no ha puesto la mano en el cajón, tengo más
posibilidades». La última de skinhead: «¿Qué prefiere, una España
roja o una España rota?». La respuesta de Sampol: «Prefiero unas
Illes Balears más cultas, solidarias y verdes».
A Sampol le tocó contestar cuáles son los pros y los contras de
cada uno de sus oponentes: «Los pros, ya los dirán ellos. El señor
Matas, falta de sinceridad; Grosske, inflexible; Antich, malas
compañías en Madrid; Munar quiere demasiado».
Furo se empeñó en que Sampol contestará con un sí o un no a la
pregunta de si cree en los Païssos Catalans. Finalmente, la
respuesta de Sampol fue: «Los Païssos Catalans son una realidad
lingüística y cultural. Políticamente, nuestra nación son las Illes
Balers».
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