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De repente, en el camino de regreso a Palma me encuentro con una gran pancarta en la que aparece la gran imagen sonriente de Pere Sampol, que había dado un mini paseo electoral, de menos de media hora, por el mercado de Alcúdia, y me doy cuenta de que se parece una barbaridad Pere Sampol. La duda está en saber cuál es el de verdad, el que había visto repartiendo sonrisas y albahaca o el de los carteles.

Para el candidato del PSM a la presidencia del Govern, el martes la jornada empezó a las 7'30 de la mañana, en su domicilio de Montuiri al que había llegado a la una de la madrugada.

Ya metido en campaña, a las 9'30 fue entrevistado durante 45 minutos por una emisora de radio local, el tiempo justo para explayarse a gusto y subirse a un coche que le llevaría a Alcúdia en donde a las 11 tenía cita con los candidatos municipales de aquel municipio, Carme Garcia y Albert Gómez, que tenían montado un minitenderete en el mercado en donde almacenaban las macetas con albahaca, la propaganda electoral y las críticas contra el alcalde y conseller Miquel Ramis.

A aquella hora el mercado está atiborrado de turistas y de fragancia que desprende la multicolor variedad de frutas, por lo que el «minitour» propagandístico de Sampol, más que nada diseñado para que los de la tele pudieran tomar imágenes para el espacio electoral obligatorio, se centró especialmente en los vendedores, muchos de los cuales no eran residentes en Alcúdia.

Lo más anecdótico fue el encuentro con los del PP (Carlos Ripoll, Joan Huguet y Gaspar Oliver), y cuando uno se esperaba que se produjera el encontronazo y se liaran a mandobles por la disputa del votante indefinido, en vez de eso se saludaron y bromearon como compadres y hasta Ripoll, candidato del PP al Parlamento Europeo, se permitió pedir una alfabeguera que Sampol le dió con mucho gusto, como gesto de buena vecindad política.

Por la tarde, después del almuerzo con los rotarios, la jornada de Sampol continuó en Gènova, en donde quedó demostrado que el reparto de «alfabegueres» es una idea genial que permite abrir todas las puertas, ya que las calles estaban desérticas. El «chat» de Ultima Hora fue el siguiente paso de la agenda del candidato, terminando la jornada con una fiesta mitin en es Capitol.