Alvarez Cascos y señora estuvieron ayer en Mallorca. Llegaron temprano, desde Madrid, se reunieron con Jaume Matas y señora, y se fueron de campaña. Primero estuvieron en Lluc, a mediodía en Son Servera, por la tarde en Manacor, para regresar a Madrid al anochecer. Mañana, vayan a saber dónde estarán. Sin hacer nada, desde luego, no.
Nosotros los aguardábamos en Son Servera, frente al ayuntamiento. Allí estaban, ente otros, Joan Verger, el conseller Rami y Barrachina, posiblemente uno de los alcaldes más incombustibles de Mallorca, que para la ocasión lucía peinado en pelo recién esculpido a la navaja. Pasadas las dos, llegaron. Apretones de mano, algún que otro brazo con palmadas en la espalda, y consignas de «vamos a ganar». Maite Areal y Gemmna Ruiz, que han llegado en otro coche, se quedan en segundo plano. La grandeza de estas mujeres es el saber estar, y ellas saben hacerlo. Incluso Maite, la anfitriona, cede protagonismo a la joven esposa del vicepresidente primero, a quien presenta a los allí presentes. En lo que en la televisón serverina entrevistan a ellos, me acerco a ella, le pregunto cómo lleva la campaña y...
"Bien "sonríe". Llevamos ya tres semanas sin parar, con la precampaña, y ya estamos acabando.
El sábado "anteayer" estuvieron en Asturias, donde según la encuesta del CIS pintaban bastos para el PP. «Eso es lo que dicen las encuestas, pero al final ya verá usted cómo el PP gana también ahí».
"¿Acompaña siempre a su marido?
"En todos los frentes. Creo que hemos estado ya en todas las Comunidades.
"¿Y la niña?
"Bien. Esta mañana la he visto y esta noche espero volver a verla. Es cuestión de combinarse.
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