Dos ejemplares adultos de buitre negro, aparentemente víctimas de
envenenamiento, fueron recogidos la semana pasada en sendas playas
de Menorca y Alcúdia, según informó ayer la Fundación para la
Conservación de dicha especie. La coincidencia de las fechas y las
circunstancias de la aparición de ambos cadáveres, así como el
grado de descomposición similar en el que se encontraban, hace
sospechar a este entidad que se trata «de un mismo episodio de uso
ilegal de veneno».
En un comunicado, la Fundación para la Conservación del Buitre
Negro subraya que el veneno es el mayor peligro que amenaza
actualmente a este ave protegida, e incluso podría acabar con la
población mallorquina en poco tiempo. El primer ejemplar fue
recogido el 31 de mayo en la playa des Bot, en la costa noroeste de
Menorca, con la cabeza y las dos patas amputadas, con señales de
haber sido cortadas con una sierra. Algo similar a lo sucedido al
buitre negro hallado muerto y también mutilado en Sa Calobra en
agosto de 1998. Según la Fundación para Conservación del Buitre
Negro, «esto demuestra la actitud irresponsable frente a las
especies protegidas y a su propia integridad personal de la que
hacen gala algunas personas que, en lugar de dar aviso a las
autoridades ante el hallazgo de un ejemplar muerto, prefieren
llevarse a casa un macabro «trofeo». Esto, además de dificultar el
trabajo oficial de lucha contra el uso ilegal de venenos, implica
un grave riesgo para las personas que actúan de este modo, ya que
el citado buitre de Sa Calobra había muerto por ingestión de
estricnina, lo cual podría haber causado también el envenenamiento
de la persona que manipuló el cadáver».
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