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De hecho ya lo ha sido, pues cuentan que en el invierno pasado, quienes hacían uso de los citados servicios "policías y ciudadanos que iban al cuartel por cualquier motivo y surgía de pronto la necesidad imperiosa, personal e intransferible de ir al escusado" debía llevar chubasquero, si llovía, pues el agua se colaba por la ventana abierta que está encima de la taza, o una manta, porque sentados en aquella, por muy rápidos que se aviaran, se enfriaban.

Así pues, hay que mandar rápido al cristalero para que coloque un sistema de aireación, que airee y preserve del frío y de la lluvia al mismo tiempo. ¿Que por qué se quitaron los cristales de las ventanas de los dos servicios? Pues se dice que como los váteres huelen a causa de un desagüe, al no haber cristal el olor se sale por la ventana.

Pero es que hay más deficiencias subsanables todavía en el cuartel de la Policía Local d'Andratx, parte de cuyas paredes son de cartón piedra enyesadas, de esas que si las golpeas suenan a hueco. Pues como les iba diciendo, descendiendo por la escalera, en la que "¡atención!" faltan colocar las bombillas, llegamos hasta los calabozos, que tampoco tienen luz, al igual que el cuatro trastero donde se guardan los cascos antidisturbios y otros chismes. Pero eso es lo de menos, pues se colocan las bombillas y asunto concluido. El problema radica en que el váter del calabozo está afuera de las celdas, por lo que desde éstas se ve quién está ocupando el váter por una necesidad imperiosa.