El carril bici, un auténtico peligro que necesita revisarse

Tras ponerme Tomás Monserrat al corriente del funcionamiento de las marchas, comenzamos a pedalear. Enseguida buscamos las carreteras secundarias, porque en las principales "Valldemossa, por ejemplo" ves que te vas jugando el pellejo en cada metro. Entre que es estrecha y que va colapsada de estudiantes de la UIB y autocares de turistas, no es recomendable. Así que nos metimos por s'Esgleieta en dirección hacia Santa Maria del Camí. A tenor de lo caídas que estaban las banderas del castillo, había calma chicha. La carretera sigue siendo estrecha. A poco que te aproximas al límite del asfalto, observas dos cosas: que el piso, en el que los baches y las grietas se suceden, es pésimo, y que a nada que te descuides puedes pillar el bordillo y pegártela... entre las basuras que arrojamos desde los coches. ¿Por qué no ensanchan la carretera, pues entre el asfalto y es marge hay más de un metro y medio, en según que tramos, a ambos lados? En vez de planificar autopistas y trenes, ¿no sería mejor mejorar lo que tenemos y luego planificar autopistas y trenes? Sigo pedaleando. Menos mal que me doy cuenta a tiempo, que si no... Porque saliendo de una curva me encuentro con un trozo de marge caído que invade la calzada. Más adelante veo cuatro o cinco más. ¿Por qué no los arreglan en vez de dejarlos así? Observo que junto a las marges crecen los hierbajos, que como se metan entre los radios pueden hacer que te pegues un porrazo. ¿Por qué no se quitan? En el cruce nos encontramos con Joan Horrach, el actual campeón de Balears amateur; Biel Palmer, el campeón del años pasado, y Vicente Reynés, el mejor rodador juvenil, con los que sigo un rato. Los tres, que las recorren todas, están de acuerdo con lo que les he contado antes: hay que mejorar nuestras carreteras.