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J.M.R. / L.H. Pere Sampol, dijo ayer que el objetivo prioritario del PSM en las autonómicas era «que el PP perdiese la mayoría absoluta y se ha conseguido», señalando que «de lo que ahora se trata es de no frustrar las ilusiones de esta gran mayoría de gente que ha optado por el cambio político y el PSM está por esta labor». No obstante, reconoció que tenían más expectativas autonómicas y apuntó como factor que podría haber influido en el mantenimiento del número de votos la coincidencia con las europeas que «ha estatalizado un poco estas elecciones».

«Hemos conseguido el mismo porcentaje que en 1995, incluso subiendo unas centésimas, pero lo que pasa es que la Ley d'Hont hace cuatro años nos dió el último resto y este año nos lo ha quitado», dijo.

El cabeza de lista al Parlament por el PSM valoró de esta forma los resultados municipales: «Son fantásticos porque consolidamos las mayorías absolutas que teníamos (Vilafranca, Santa María y Banyalbufar), obtenemos tres mayorías absolutas nuevas (Santa Eugenia, Petra y Campanet) y se abre un abanico de pactos municipales en 16 municipios, entre ellos Manacor». Sampol no dudó en calificar de «debacle» los resultados del PP y habló de «un gran estancamiento político» en Mallorca.

«Mi impresión es que el nacionalismo progresista lo ha tenido difícil en Palma, por muchas razones, unas evidentes, como las dificultades para hacer campaña, y otras, como la alta abstención, el arrastre de las europeas y las encuestas, que siempre influyen». Con estas palabras valoró los resultados Sebastià Serra, cabeza de lista del PSM-EN al Ajuntament de Palma, quien expuso que sus perspectivas de que en Palma sería difícil superar el 10'6% «se han cumplido».

Serra insistió en que han crecido en porcentaje, pero no en número de votos. «De todas formas "añadió", el nacionalismo progresista ha tenido 1.000 votos menos, mientras que el PP ha perdido 10.000».