El Consistorio palmesano anunció ayer la celebración el próximo
miércoles, día 23, de un día sin coche en la ciudad, entre las
07.00 y las 20.00 horas. El concejal de Governació en el Ajuntament
de Palma, Joan Bauzà, explicó que, conscientes de la dificultad de
este llamamiento a los ciudadanos, «se ha pensado que la única
manera de poder comprobar las ventajas de la falta de tráfico es
cerrar el centro histórico ese día, desde las Avenidas hacia
dentro». También se creyó conveniente celebrar este día una vez
acabado el curso escolar.
Así, la Policía Local coordinará ese día las entradas a toda la
zona vetada para el tráfico, si bien habrá una serie de
excepciones. El reparto de mercancías podrá realizarse en el centro
hasta las 10.00 de la mañana.
También podrán penetrar en el casco antiguo los autobuses de la
EMT, los taxis, los coches de minusválidos y los residentes, aunque
incluso a los vecinos de zonas Acire se les pedirá que ese día no
utilicen su vehículo, que en total son unos 1.000.
Quedan fuera de la zona cerrada la plaza del Olivar, la plaza de
los Patines y Rossellón, por la cercanía de tres centros
hospitalarios y aparcamientos subterráneos. La calle Berenguer de
Tornamira se convertirá en vía de doble dirección para acceder a
los aparcamientos de esta zona.
Para facilitar el éxito de la iniciativa, el servicio de la EMT
será gratuito, en todas sus líneas, «pues en definitiva se trata de
potenciar el uso del transporte público», apuntó el edil.
También serán gratuitos los dos aparcamientos de la calle Joan
Maragall. Tres días antes se pondrá en marcha una intensa campaña
informativa.
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