Los voluntarios del Ejército trabajan a todo ritmo para acondicionar los hoteles con el material necesario para los deportistas. Foto: TERESA AYUGA.

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A falta de cinco días para la llegada de los primeros deportistas que participarán en la Universiada´99, los organizadores de la misma ya han iniciado los últimos preparativos para tener todo a punto en los hoteles que los albergarán. Ayer, comenzó la distribución de los materiales que servirán para instalar y montar las literas en las habitaciones, para lo cual se solicitó la ayuda del Ejército, que envió a unos 155 soldados voluntarios de diferentes acuartelamientos de Palma.

Los hoteles Sol Mirlos y Tordos, bajo la atenta mirada de su director Jaime Mascaró, fueron los protagonistas de una jornada de idas y venidas con listones de maderas y todo el material de montaje de las literas: «En estos dos hoteles se instalarán unas 1.200 literas, pero a diferencia de lo que ha salido publicado no podrá haber más de cuatro personas por habitación. Las literas se montarán encima de las camas, aprovechando la base de las mismas, a las cuales se les acoplará un separador para instalar encima el somier y el colchón. El último día de estancia de los turistas es mañana sábado, día 26, fecha en la que se comenzará a habilitar en todas las habitaciones las literas según el programa previsto y la capacidad de las mismas».

Los soldados que participaron ayer en este traslado provenían del Ramix-91, Palma-47, Batallón Cuartel General, UT-14, Retes-22, Malbal, Bing-XIV/USBA (General Asensio) y Valog/LXXI. Dentro del colectivo de soldados, que según los mandos se habían presentado voluntarios, se encontraban tres mujeres soldados pertenecientes a las unidades Ramix-91 y Batallón Cuartel General.

Se han habilitado dos modelos de literas con una medida standar de 1'90 metros de largo por 90 centímetros de ancho, aunque en el caso de los jugadores de baloncesto la largura alcanza los 2'10 metros. Todas ellas se han reforzado y pueden soportar un peso superior a los 100 kilos. El número total de literas que se van a instalar en los cuatro hoteles de Sol-Meliá en Magalluf asciende a 2.400.

Cada litera, según la empresa manacorí que las ha construido, se podrán instalar en quince minutos en cuanto el último turista abandone el hotel. El futuro de estas literas está decidido, ya que luego se venderán a albergues juveniles o instalaciones similares.