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Joan Bauzà, concejal de Governació en funciones en Cort, calificó de «un éxito» la celebración ayer en Palma de un día sin coches. El edil reconoció que «de las Avenidas hacia fuera la ciudad ha funcionado como un día normal», pero también que «nuestro principal objetivo era observar el centro». «Los ciudadanos quieren coche», subrayó Bauzà para justificar el que, salvo en el centro histórico, cerrado al tráfico de turismos, en el resto de la ciudad apenas se secundase la convocatoria. Además, achacó parte del tránsito «a la numerosa presencia de vehículos de otros municipios que cada día vienen a Palma y a los que poco les importa que en Ciutat se celebre un día sin coches, ni la llamada a la colaboración dirigida a los palmesanos».

Bauzà aclaró que la jornada transcurrió «tal y como estaba previsto, sin grandes atascos ni protestas, según informaciones de la Policía Local y Tránsito». «Sólo entre las 10.30 y las 11.00 horas las Avenidas absorbieron un poco más de tránsito del habitual, algo que resultaba lógico y previsible», añadió.

Los comerciantes no se mostraron ayer tan entusiastas con la iniciativa. Así, desde Afedeco se declaró que «los comercios del centro histórico se han visto perjudicados por una menor afluencia de gente. Como acto simbólico está bien, pero de cara a plantear algo más permanente hay que ofrecer toda una infraestructura, si no sólo se logra desplazar a la gente hacia la periferia». Bauzà rechazó esta afirmación de la patronal y aseveró que «he recorrido el centro y he visto todas las calles comerciales con tanta gente como cada día, además tanto comerciantes como federaciones de vecinos o partidos en la oposición estaban informados y de acuerdo con este experimento». Afedeco criticó también la elección de la víspera de Sant Joan, pues se trata de un día importante para los comercios.

Por último, el PSOE calificó de «fracaso absoluto» la jornada sin coches en Palma.