La madrugada de Sant Joan llenó s'Hort d'es Correu de Manacor de gente procedente de toda la Isla, e incluso de la Península, para vivir el mágico ritual del «vimer». Un total de 35 niños y niñas de corta edad y un adolescente pasaron, este año, entre las ramas de la antigua mimbrera, que previamente habían sido preparadas por la familia Sureda. Ésta es una tradición que, por herencia familiar, se viene celebrando desde hace más de 170 años en s'Hort d'es Correu.
El carácter curativo del árbol que produce el mimbre sólo se puede comprobar en la madrugada de Sant Joan. Alrededor de las cuatro de la mañana, las ramas del árbol, quitando las hojas y cortando las ramas una a una de forma horizontal en dos partes. A partir de este momento el «vimer» ya está a punto para recibir a los visitantes que desean ser curados.
Alrededor de las 6.20 de la madrugada del día de Sant Joan, los primeros niños afectados de hernia empezaron a pasar entre las ramas de la mimbrera.
Este año, tras el fallecimiento de Miquel Sureda, encargado de continuar la tradición, ha sido Sebastiana, su hija, y su nieta, Silvia Llull, las que han llevado a cabo el ritual.
Los pequeños pasan entre las ramas con la zona de su cuerpo afectada por la hernia y se les unta la savia. Después los padres unen otra vez los dos trozos de rama y se les coloca un lazo. Si después de un mes la rama germina los pequeños están curados.
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