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Víctor Gistau dijo ayer adiós a 11 años al frente de la Hermandad de Donantes de Sangre de Mallorca. En la asamblea general, que fue presidida por Francesc Fiol, conseller de Sanitat i Consum en funciones, Gistau confirmó que no se presentará a la reelección. «Han sido 27 años de presencia en la junta rectora de la hermandad, prácticamente, desde su fundación " declaró a este diario " y de ellos, 11 ejerciendo las funciones de presidente». Gistau, visiblemente emocionado, dijo que uno de los detalles más significativos que se lleva está relacionado con las propias personas que le ayudaron en el cometido de sus funciones. «Se trata de todo un equipo de trabajo que ha sido francamente maravilloso, que nos ha permitido en todo momento entender esto no como una asociación altruista, sino como algo muy importante, cuya responsabilidad afecta de una manera muy directa a toda nuestra sociedad», indicó. «Queda claro que de esta manera y sólo de esa manera podíamos alcanzar las metas fijadas. Y si no, véase que en el año 1991 el banco de sangre solicitaba 10.500 bolsas al año, mientras que en 1998, nos pidieron 28.000. Es decir, hemos casi triplicado la necesidad y la hemos atendido. Tenemos 250 colaboradores en toda la Isla, una junta rectora unida, cohesionada y manteniendo sus propios criterios y una comisión permanente que cada quince días pasa revista a lo bueno y a lo malo, y nos pegamos mutuamente los tirones de oreja cuando no hemos cumplido».

Gistau destacó la voluntad «muy altruista» de todas las personas que conforman el equipo directivo de la hermandad, «tanto, que seguimos siendo los que de verdad no sólo percibimos ni una sola peseta por el trabajo que realizamos, sino que en múltiples ocasiones nos toca rendir cuentas económicas de nuestros propios bolsillos». En Balears hay 49.000 donantes censados, de ellos, alrededor de unos 30.000 son los donantes efectivos, es decir, aquéllos que en los últimos tres años han donado por lo menos una vez.