Adrián Salazar, fiscal ecológico de Balears, es el nuevo presidente
de la Unión Progresista de Fiscales (UPF) cargo que ya fue ocupado
en su día por el actual teniente fiscal de las Islas, Ladislao
Roig. Asimismo, Miguel Àngel Subirán, fiscal de la Comunitat
Autònoma, forma parte de la dirección de la asociación. Y es que,
como señala Adrián Salazar, Balears es una de las regiones con más
participación en la UPF que cuenta con unos 250 asociados y
realiza, además de una labor sindical, una función de «intentar
contribuir a que el Ministerio Fiscal cumpla con los principios de
imparcialidad y objetividad y que verdaderamente cumpla su función
asignada».
Al respecto Salazar manifiesta que en estos momentos «desde el
punto de vista de la carrera fiscal tenemos una situación
totalmente desastrosa con un fiscal general que es totalmente
inoperante, que no actúa como debe, que prácticamente no goza de
independencia respecto al Gobierno...». Salazar se mostró
especialmente crítico con la actuación del fiscal general (Jesús
Cardenal) ante las amenazas e insultos «vertidas por Gil y
compañía» a los fiscales y al magistrado en cuanto «no reacciona y
parece que sólo lo hace cuando el Gobierno es el afectado».
Asimismo indicó que también tuvo una actuación desastrosa en el
caso de Pinochet manifestando que «la Fiscalía de la Audiencia
Nacional está haciendo una labor obstruccionista en el tema».
La UPF ya ha pedido en diversas ocasiones la dimisión de
Cardenal y ayer volvía a incidir sobre el tema: «Hemos pedido la
dimisión por veinte mil cosas y la principal razón es que ha sido
desastroso. Desastroso porque hay una inoperancia absoluta por
parte de la Fiscalía General en muchos asuntos. Ahora puntualmente
se ha pedido la dimisión a raíz de los sucedido con Gil».
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