Fuentes de la Universiada afirmaban ayer que el acto inaugural de los juegos es un espectáculo secreto, tan secreto que ayer por la tarde desconocían qué se iba a ensayar y dónde se iban a reunir las 400 personas que por la tarde realizarían el cuarto ensayo del espectáculo de folclore mallorquín que formará parte de la gala. Una hora después, y puestos de acuerdo en el lugar del ensayo (Son Moix), la organización prohibió la entrada a los gráficos. Todo un ejemplo de coordinación.
Y es que a medida que se acerca la fecha de la apertura de los Juegos cunde la evidencia de un fracaso organizativo. Uno de los capítulos en los que se registra una mayor falta de coordinación es el de los voluntarios. No saben qué hacer ni cuándo acudir a los distintos escenarios de la Universiada. Nadie les informa. Los teléfonos siempre comunican. No hay acreditaciones. Se han perdido hasta dos veces las fotos entregadas por los voluntarios. Los coordinadores no dan señales de vida. Se suministra ya la comida en las instalaciones deportivas sin que nadie dirija su distribución. Faltan voluntarios o sobran, según con quién se consulte. Nadie sabe nada a cinco días de la ceremonia inaugural. ¿Qué está pasando? ¿No hay nadie capaz de poner orden y lograr que funcione todo el engranaje de la Universiada?
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