El nuevo Consejo Episcopal, órgano de gobierno de la Diócesis de
Mallorca, asumió ayer de forma oficial sus responsabilidades en un
acto celebrado en la Casa de la Iglesia. El acto de relevo de
vicarios de la Diócesis de Mallorca estuvo presidido por el obispo
Teodor Úbeda. La renovación y reestructuración de la Diócesis de
Mallorca es uno de los puntos que se acordaron en el Sínodo
recientemente concluido.
Joan Bestard, vicario general de la Diócesis de Mallorca durante
los últimos 13 años, dejó ayer a petición suya el cargo para
desplazarse a Roma donde tiene previsto finalizar su tesis
doctoral. Bestard, que seguirá al frente del Cabildo de la
Catedral, expuso la necesidad de que las personas que ocupan cargos
se renueven para que entren nuevas ideas y mostró su apoyo a los
nuevos vicarios: «como un capellán más os digo que estoy a vuestra
disposición para mejor servir a la Iglesia para que sea más
evangélica y evangelizadora».
Asimismo, Bestard tuvo palabras para el Sínodo al que se refirió
como «una nueva primavera para la isla de Mallorca».
Andreu Genovart, hasta ahora párroco de Capdepera y Cala Ratjada,
asumió oficialmente el relevo de Bestard al frente de la vicaría
general de la Diócesis de Mallorca. Genovart expuso las ganas de
«hacer el trabajo con ilusión y realismo» e indicó que se aportarán
«ideas nuevas y actuaciones más fecundas».
El nuevo vicario general concluyó su intervención con palabras
del Papa Juan XXIII: «no compliquemos las cosas sencillas y
simplifiquemos las cosas complicadas».
Teodor Úbeda manifestó que el nombramiento de los nuevos
vicarios supone una nueva etapa y destacó el clima de hermanamiento
que se ha producido este relevo en contraposición a otros relevos
que dijo «hemos vivido (en la Iglesia) con tensiones y
agresividad».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.