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La encuesta realizada por Ultima Hora sobre el futuro del Moll Vell finaliza cosechando nuevas opiniones de lectores totalmente contrarias a su desarrollo y transformación, en el sentido que proponen los diecinueve proyectos presentados al concurso de ideas convocado por la Autoritat Portuària y que ha quedado desierto.

Uno de estos vecinos de Palma reconoce su «adoración» por la actual fisonomía del muelle y afirma que «todos los proyectos presentados me parecen un desastre detrás de otro, pues de ejecutarse se rompería la vista de la Catedral». En su opinión lo que debería hacerse es «renovar y mejorar lo que hay ahora, sin más».

Palabras igualmente taxativas empleó otro de los participantes en el sondeo, quien calificó de «animalada» la idea de «intentar convertir la zona del muelle viejo en zona de ocio». A su entender, «ya son más que suficientes los atascos que se organizan cada día y a todas horas delante de la Seu, para que aún haya más gente que quiera acceder a este lugar y se colapse todavía más». En definitiva, este ciudadano está en contra de que «se cargue más una zona ya conflictiva».

Otras declaraciones redundan en la idea de que «el Moll Vell debe quedar como está», pues no se ve bien que se convierta en un punto de atracción de la oferta nocturna cuando «con lo poco que hay ahora la escollera amanece convertida en un estercolero cada mañana, sobre todo durante los fines de semana».