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El grupo municipal de Esquerra Unida denunció ayer que en un solar de propiedad municipal ubicado en Son Flor y que no cuenta con ningún tipo de vigilancia se acumula piedra viva procedente de los bordillos que se retiran de las calles de la ciudad con motivo de las obras del Pla Mirall.

El todavía edil de EU, Antoni Sancho, explicó haber recibido el aviso de vecinos de esta barriada de que «nadie vigila este material y allí entra quien quiere y se lleva lo que le apetece». El concejal critica que «esto no es precisamente lo que dijo José María Rodríguez cuando se pidieron explicaciones del destino de los bordillos de piedra, pues aseguró que todos estaban controlados y guardados en Son Pacs, a la espera de su reutilización». Por ello, el grupo denuncia «la incompetencia del concejal de Mantenimiento y las mentiras que, de nuevo, se nos han dicho».

Como se recordará, ante la polémica suscitada por la sustitución de los bordillos de piedra por otros de hormigón, el propio alcalde en funciones, Joan Fageda, declaró que este material es «patrimonio municipal» y negó que se estuviese vendiendo o regalando a empresas o particulares.

«Es mentira que esta piedra se venda o desaparezca, entre otras cosas porque sería una ilegalidad. Todos los bloques que se retiran de las aceras se conservan en Son Pacs y después son reutilizados para las zonas verdes y zonas del casco antiguo», afirmó Joan Fageda hace unos meses.

Es más, el equipo de Gobierno se negó a aprobar la propuesta del PSM de formar una comisión de investigación para determinar el destino de la piedra, pues el edil de Mantenimiento no cesó de aseverar que «todos los bordillos se llevan a Son Pacs».