Antich salió al exterior de sa Llonja para corresponder a los saludos del público que no había podido acceder al recinto. Foto: JAUME ROSSELLÓ.

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Francesc Antich recibió ayer su primera gran ovación como president del Govern. El dirigente socialista prometió por la mañana el cargo de president, en un acto político e institucional, y por la tarde fue ovacionado por las más de 2.000 personas que abarrotaban sa Llonja para escuchar el primer discurso de Antich como responsable del Ejecutivo autonómico. Fue un acto emotivo, que superó las previsiones de los organizadores, y que también contó con la presencia de la plana mayor de la dirección nacional socialista, entusiasmada por lo que ocurría en sa Llonja. Nunca un acto de toma de posesión de un presidente de Balears había provocado tanto entusiasmo popular. Aunque tampoco a ningún presidente de Balears se le había ocurrido invitar a los ciudadanos a su toma de posesión. Durante más de cinco minutos los asistentes al acto "las puertas de sa Llonja, en esta ocasión, se abrieron a todo el mundo" aplaudieron al nuevo president de Balears, que en el mismo acto firmó el nombramiento de su primer gobierno.

Todos los integrantes del Ejecutivo de Antich prometerán hoy sus cargos. En su breve discurso, el president del Govern balear, Francesc Antich, reiteró su voluntad de despejar las incertidumbres que ha provocado su nombramiento, especialmente entre los empresarios de Balears. «Cualquier cambio de gobierno, como el que se ha producido en nuestras islas desde las elecciones del 13 de junio, abre siempre una perspectiva de futuro, llena de esperanzas para muchos, pero también puede crear incertidumbres a otras personas», subrayó el president de Balears, en clara alusión a los empresarios de las Islas. En este sentido, Antich reafirmó su voluntad de «eliminar todas las incertidumbres y ser el president de todos los ciudadanos y las ciudadanas de Balears».

Antich señaló que la alternancia en las responsabilidades de gobierno, el relevo de un Gobierno por otro de diferente color político por voluntad de unos ciudadanos, constituye una prueba «de que la democracia está consolidada». «Sin duda exageramos porque nuestra democracia ya estaba consolidada antes de las últimas elecciones», aclaró el responsable del primer Gobierno de izquierdas que ha tenido Balears desde 1983.

Francesc Antich afirmó que no aceptará que «ningún ciudadano o ciudadana de nuestras islas pueda ser excluido o marginado de esta labor de construir el futuro de nuestro pueblo». «No queremos, ni siquiera, que se pueda considerar», agregó. Sin embargo, el nuevo president de Balears recalcó que «el futuro exige tener en cuenta el pasado», y opinó que «es necesario conocer nuestras raíces para saber qué fruto podemos dar».