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La celebración de la festividad de Santa Catalina Tomàs congregó anoche en Valldemossa a cientos de mallorquines y turistas, que se acercaron hasta este municipio de la Serra para disfrutar del acto más emotivo de sus fiestas patronales: la tradicional Colcada Triomfal.

La anécdota de la jornada se produjo cuando la pequeña Raquel Estaràs Mayans se negó, en el último momento, a subir a la carrosa, que, finalmente, fue presidida por Victoria Ripoll Arbós. El Carro Triunfal salió de la plaza de na Búger precedida por numerosas carrozas y carros en las que se encontraba su corte de angelets.

La Banda de Música de Montuïri y la Colla de Xeremiers de Sa Garriga acompañaron a la majestuosa carroza desde su salida hasta su llegada a la Cartoixa.

Los niños, ataviados con los trajes típicos mallorquines, al son de «Sor Tomasseta», ofrecían caramelos y sonrisas a su paso por las calles de Valldemossa. El traje de la beateta es hereditario, la elegida lleva cada año el mismo "alguna de cuyas piezas tienen más de un siglo". También se engalanó todo el pueblo con banderines, flores y estandartes, que imprimieron a esta localidad un aire festivo.

En la Cartoixa, las autoridades esperaban tranquilamente la cabalgata. Allí se encontraban Catalina Cirer, delegada del gobierno, y Joan Muntaner, alcalde de Valldemossa, entre otros.